SANTIAGO SOLDATI FESTEJO EN ROCHA SU 75º CUMPLEAÑOS
El anfitrión pidió a sus invitados que vistieran de manera colorida y hasta exótica. Dos conceptos que, por lo amplio de sus respectivos significados, generan ese famoso temor al rídiculo que puede generar la mirada de los otros. Algo de eso debe haber sucedido en los 120 invitados que participaron del almuerzo que organizó Santiago
Soldati para festejar sus 75 años –y los 48 de casado– en El Capricho, el confortable refugio que tiene en Rocha (Uruguay). La mayoría de ellos se puso el “uniforme” de mediodía esteño: mucho lino en tonos pasteles. Sólo él y su mujer se animaron a la consigna propuesta: Eva con un vestido colorido que destacaba sus ojos verdes; Soldati con pantalón verde y camisa hawaiana al tono. A la galería que da al mar adicionaron una discreta carpa donde se desarrolló un frugal almuerzo que se prolongó hasta casi las diez de la noche, franja horaria donde hubo momentos de baile, discursos y hasta...
... la presentación de un vino producido en el emprendimiento bodeguero de Jacques de Montalembert, cuñado del anfitrión. Entre los invitados estuvieron por ejemplo, Federico Braun, Charlie Blaquier, Fernando Parrado, Jorge Pereyra de Olazábal, Germán Neuss, Ricardo Esteves, Carlos Fontán Balestra, el que fuera ministro de Economía durante la etapa final de Pinochet, Hernán Büchi, Horacio Pueyrredón, Teddy
García Mansilla, sumados a la numerosa familia de Soldati. También el famoso pisco sour, una tradición de El Capricho; la comida fue abundante y variada: muchas tartas, además de pescado y cordero y finalmente una gran mesa de dulces y un gran Rogel para soplar las velitas. Tanto Eva como Santiago hablaron en sus respectivos discursos sobre el valor de la amistad que profesan con sus invitados y no faltó agradecer que todos hayan aceptado como sucede cada febrero, hacer el tramo hasta Rocha para participar de esa reunión. Ya en algunas de las mesas y a medida que avanzaba el festejo, hubo espacio para comentarios sobre la coyuntura. Y fueron de todo tipo, es decir, –desde esperanzadores, de resignación–, hasta de tensa calma. Los hubo para casi todos los oídos.