La hija de churchill
La película Las horas más oscuras, de Joe Wright, enfoca la estrategia del primer ministro Winston Churchill para la defensa de Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial sin ahondar demasiado en su vida familiar. En ese aspecto es interesante recordar que una de sus hijas (Sarah) trabajó unos años como actriz en teatro y cine.
Sarah Churchill, la hija de Winston y Clementine nacida en Londres en 1914, al terminar la escuela estudió ballet y a los 21 años debutó en la fila del coro en la obra Sigue al sol. Fue entonces que conoció al comediante austríaco Vic Oliver y en 1936 se casó con él para el disgusto de sus padres. Cuando estalló la guerra, Sarah trabajó para la Fuerza Aérea en el reconocimiento de fotos aéreas y su desempeño como actriz se limitó a pequeños papeles en tres películas intrascendentes. En 1943 acompañó a su padre a la Conferencia de Teherán con el presidente Roosevelt, y también lo hizo en 1945, cuando en la Conferencia de Yalta Chrchill, Roosevelt y Stalin trataron los planes de posguerra. Al finalizar la guerra, Sarah se divorció y se casó con el fotógrafo Anthony Beauchamp. En esos años viajó a los Estados Unidos y en un teatro de Princeton protagonizó la comedia The Philadelphia Story (que había hecho Katharine Hepburn en cine) y en 1951 debutó en Broadway en el teatro Morosco en la obra El fantasma de Gramercy. La gran oportunidad de Sarah surgió ese año cuando consiguió el papel de la pareja de Fred Astaire en la película Boda Real. La película narraba la estadía de dos hermanos artistas en Londres (Astaire y Jane Powell) cuando se celebraba la boda de la Princesa Elizabeth. La más famosa escena de esa película es cuando Fred Astaire baila sobre el piso, las paredes y el cielorraso de su cuarto de hotel mientras sostiene el retrato de su amada, Sarah Churchill. La carrera teatral de la hija del ministro continuó en obras como Peter Pan y Pygmalion. En una función de la obra de Shakespeare Como gustéis, Sarah invitó a su padre y éste se quedó dormido en la platea.
Sarah encontró la felicidad en su tercer matrimonio con Lord Audley, pero enviudó cuando éste falleció en un viaje a Granada en 1963. Durante su residencia en Marbella, donde había conocido a su tercer marido, protagonizó algunos escándalos como resultado de su alcoholismo.
Sarah Churchill se presentó por última vez en un escenario en 1971 y en 1981 escribió su biografía ( Sigue bailando). En sus últimos años solía leer novelas de espías, veía películas de terror y visitaba amigos. Murió el 24 de septiembre de 1982 a los 67 años de una enfermedad no revelada.