Perfil (Domingo)

Un sentido adiós al rector de la USAL

Esta semana falleció Juan Tobías, a cargo de la Universida­d del Salvador desde 1985. El merecido homenaje al impulsor de una gran transforma­ción académica. Su pasión por la educación y la amistad con el Papa.

- MAXIMO PAZ*

El lugar común i ndica que realmente morimos cuando se desvanece el último re - cuerdo de la última persona que atesoraba imágenes nuestras. Y que mientras estemos presentes en la memoria de familiares, amigos o conocidos, estamos vivos, presentes. Hoy quiero correr el riesgo de caer en el lugar común: el martes 27 de febrero falleció Juan Alejandro Tobías, Juan, un ser querido, el rector de la Universida­d del Salvador. Para nosotros, un líder y amigo entrañable. Pero para el lector, ¿quién fue el Dr. Tobías, cuál fue su trascenden­cia? Compartamo­s algunas cuestiones notables.

Nacido 75 años atrás en Buenos Aires, Tobías se graduó en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini y con posteriori­dad se recibió de Licenciado en Filosofía en el Colegio Máximo San José de la Compañía de Jesús y en la Universida­d del Salvador. En esta época, trabó lazos de amistad con un compañero muy singular: Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco.

Sería ésta una relación que definiría su vida, ya que en 1975, el entonces principal de la congregaci­ón Jesuita, le pidió a un grupo de católicos laicos que tomaran a su cargo la conducción de la USAL. En ese grupo estaba Tobías.

Tuvo que esperar diez años para que en 1985 fuera nombrado rector de la universida­d, cargo que ocupó hasta su muerte. Pero su pensamient­o, marcado por la innovación y el trabajo silencioso, ya estaba en marcha y se materializ­aría en proyectos de singular impacto para la educación argentina: por ejemplo, al crear a fines de los 80 uno de los primeros campus universita­rios del país (Campus Nuestra Señora del Pilar) que recreaba el modelo sajón-norteameri­cano, y que fue edificado en Pilar, cuando la zona no presentaba su desarrollo actual.

Pero sus ideas (y las de su equipo directivo) no terminaron allí: la internacio­nalización de la educación era algo que veía con impor tancia. Entonces buscó la excelencia, mediante un proyecto educativo con La Sorbona de París (Programa La Condamine); logrando que la USA L sea hasta el día de hoy la única universida­d de América Latina que extiende títulos de grado de La Sorbonne en forma directa y sin necesidad de cursar en el Viejo Continente. Hoy, la universida­d tiene convenios con más de cien institucio­nes del mundo.

Mientras tanto, Tobías también se hacía tiempo para escribir ensayos y artículos en libros y revistas; y para ser condecorad­o en varias oportunida­des: fue Doctor Honoris Causa por la Universida­d de París I Panthéon-Sorbonne, Francia; por la State University of New York at Albany, Estados Unidos; y por la Universida­d de Morón; Caballero de la Orden de las Palmas

Académicas, Condecorac­ión del gobierno de Francia; y Premio “Doctor José Balseiro”, otorgado por el Ministerio de Educación, entre otros reconocimi­entos.

Aprovechan­do el explosivo crecimient­o de los años 80, y la onda expansiva positiva de los 90, Tobías incorporó a la USAL importante­s disciplina­s provenient­es de las ciencias duras: Física, Matemática, Ingeniería Industrial. También Medicina, logrando que la universida­d fuera la primera institució­n privada en dictar esta carrera.

La seriedad y consistenc­ia de su gestión, hicieron que el Banco Mundial financiara obras de la universida­d, siendo una de las únicas institucio­nes educativas del país que obtuviera ese apoyo. Floreciero­n así nuevos edificios y espacios académicos en el campus de Pilar y en el centro de Buenos Aires; logrando el antecedent­e para que otras universida­des argentinas recibieran el mismo crédito.

En los últimos años, el Dr. Juan Tobías, había orientado sus esfuerzos a la colaboraci­ón interunive­rsitaria, al participar de un proyecto único en el país: el establecim­iento de actividade­s e infraestru­ctura compartida entre tres institucio­nes privadas (USAL, ITBA y Caece); en el Polo Tecnológic­o de Parque Patricios, en la Ciudad de Buenos Aires. El proyecto está actualment­e en desarrollo, e incluye la integració­n y portabilid­ad de actividade­s para los alumnos de las tres institucio­nes, en un predio compartido de dos hectáreas.

Estos son solo algunos logros entre muchos otros, que él manejaba con discreción y elegancia. Su vida y la de su familia fueron el testimonio del sacrificio en pos de la educación argentina. En ocasiones, hablaba de “nuestra pequeña universida­d”. Al preguntarl­e por qué se refería así a la USAL, él aconsejaba: “No hay que creérsela. Hay que trabajar con sacrificio, y sobre todo con humildad. Hay que hacer una universida­d abierta para todo y para todos”.

El Dr. Tobías nos dejó proyectos, crecimient­o y una institució­n con 30 mil alumnos. En lo personal, su persistenc­ia silenciosa y sostenida hacia la tradición pero con cambio e innovación, es la enseñanza más enriqueced­ora que deseo preservar. No quepa duda que él perdurará en nuestra memoria. Adiós, querido Juan.

 ?? FOTOS: CEDOC PERFIL ?? AL MAESTRO, CON CARIñO. Tobías convirtió a la USAL en una de las principale­s universida­des del país.
FOTOS: CEDOC PERFIL AL MAESTRO, CON CARIñO. Tobías convirtió a la USAL en una de las principale­s universida­des del país.
 ?? ?? PERFIL-USAL. González, Fontevecch­ia y el rector de Salvador, creadores del primer Posgrado en Periodismo de Investigac­ión de Argentina.
PERFIL-USAL. González, Fontevecch­ia y el rector de Salvador, creadores del primer Posgrado en Periodismo de Investigac­ión de Argentina.
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ?? HONORIS CAUSA. Reconocido por varias universida­des del mundo.
HONORIS CAUSA. Reconocido por varias universida­des del mundo.
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ?? FRANCISCO. El Papa se formó en la Universida­d del Salvador y allí forjó su amistad con Tobías, visitante habitual del Vaticano.
FRANCISCO. El Papa se formó en la Universida­d del Salvador y allí forjó su amistad con Tobías, visitante habitual del Vaticano.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina