La corte da señales encontradas
El escenario de guerra de Comodoro Py tuvo sus réplicas en la Corte Suprema. Después del malestar del presidente Mauricio Macri con el titular de la Corte Ricardo Lorenzetti por la inhabilitación del Tribunal Oral Federal 9 que iba a juzgar a Cristina Kirchner, porque no tenía aval del Senado ni del máximo tribunal, el Gobierno apuntó sus cañones a la pata peronista: Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti.
Pero esta semana los cinco jueces firmaron en sintonía dos acordadas que parecieron dejar desprotegidos a los hombres de Comodoro Py. La primera pidiendo explicaciones sobre cómo ingresó el camarista Eduardo Farah a desempatar en la causa de Cristóbal López y la segunda promoviendo una auditoría del Congreso por la difusión de las escuchas judiciales de CFK. Precisamente, las intervenciones estaban en manos de la ex SIDE y luego pasaron a la órbita de la Procuración, pero con la llegada del gobierno de Macri el control lo tomó la Corte y designó a funcionarios de buena llegada a Lorenzetti.
“Ahora, la Corte está dividida. Algunos ministros del máximo tribunal no tienen vínculos con Comodoro Py o si lo tienen es negativo. Otros, decididamente son amigos”, dicen en el Palacio de Tribunales. Pero lo que unificó los criterios de la Corte para disponer estas resoluciones fue el alcance mediático que tuvieron los hechos que salpican al edificio de Retiro. “Fue un mensaje. Podrían venir más”, alertaron fuentes judiciales a PERFIL.