Carrió ve un “pacto de impunidad” y que De Vido es el próximo en salir
La diputada, en este caso, no cree que sectores del Gobierno formen parte de acuerdos por las excarcelaciones. Esta semana ratificará un pedido para que el Consejo investigue.
“Doctora, liberaron a Cristóbal López”. Del otro lado del teléfono se escucha un respiro hondo, profundo, y un continuado silencio. Así suele reaccionar Elisa Carrió cuando le dan una noticia que le desagrada: sin insultar, sin gritar, guardándose las palabras y empezando a analizar todos los escenarios para definir cuál será su próximo blanco. La procesión va por dentro.
Y su conclusión no tardó en llegar: otra vez apuntó contra los jueces federales y empezó a hablar con los propios del diseño de un nuevo “pacto de impunidad” dentro de Comodoro Py. A diferencia de otras veces, Lilita no piensa ahora que puede haber influencias de sectores de Cambiemos que hayan negociado esa excarcelación y las que se ven venir. Porque después de Cristóbal, Carlos Zannini y Luis D’Elía (y antes también Amado Boudou y Roberto Baratta), en la Coalición Cívica están convencidos de que en los tribunales federales se está orquestando un plan para que Lázaro Báez y Julio De Vido sean los próximos en salir tras las rejas.
“Les dimos dos años para que se recuperen”, atina a decir una persona del entorno de Carrió, en una especie de autocrítica de lo hecho por Cambiemos para intentar generar cambios en la Justicia. Hasta ahora, solo lograron remover a Eduardo Freiler y que renuncie Norberto Oyarbide. Otros jueces estuvieron en la mira, pero los intentos quedaron en la nada.
“Nosotros sospechamos de la corpo judicial”, agrega otro ladero de Carrió. Esta vuelta, la mira no está puesta en Daniel Angelici o algún otro operador judicial del Gobierno, sino en los propios sectores internos de Comodoro Py. A Lilita le llamó mucho la atención, por ejemplo, que el juez Luis Rodríguez haya sacado al fiscal Carlos Stornelli de una causa por la que está pre- so De Vido. De hecho, eso fue lo que generó que el miércoles dijera que se había iniciado “el operativo para liberar” al ex ministro (ver aparte). Después apuntó también contra los camaristas Eduardo Farah y Jorge Ballestero por haber firmado el fallo que liberó a Cristóbal López. Le mandó una nota al Consejo de la Magistratura pidiendo que investigue si hubo “intereses económicos involucrados” en la decisión. Esta semana, a pedido del organismo, deberá presentar una nueva nota ratificando la solicitud, y probablemente agregue información. Como publicó PERFIL ayer, tiene en la mira al abogado Jorge Mazzaglia, que tiene dos hijos trabajando con Farah. Mazzaglia es íntimo amigo del auditor Javier Fernández, a quien Carrió también suma a su lista.
¿Y a Ricardo Lorenzetti? Por ahora no le volvió a apuntar con sus cañones, pero a principio de mes los diputados Paula Oliveto y Juan López, que asumieron recientemente, sumaron su firma al proyecto de juicio político en contra del presidente de la Corte Suprema. Una señal, por lo menos, de que no se olvidan de él.