Cambiemos busca evitar otro déficit: el de funcionarios
Cambiemos comenzó ya a trabajar en el armado electoral hacia 2019 y entre las distintas variables a tener en cuenta detectó un punto al que deberán poner atención: el déficit de dirigentes. Subido al tren del optimismo, el oficialismo ya imagina un mapa nacional con más provincias propias, mayor representación parlamentaria y más intendencias en su poder, pero al mismo tiempo alerta que no hay suficientes dirigentes especializados para cubrir nuevos cargos. La inquietud surgió durante la última reunión de la mesa nacional de Cambiemos donde, según supo PERFIL, fue Humberto Schiavoni –presidente del Consejo del PRO nacional– uno de los que exhibió la preocupación sobre el tema. Cambiemos no quiere repetir el cimbronazo que le produjo la elección de 2015, cuando ganó a nivel nacional, en la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad, y se vio obligado a repartir a la gente de los equipos propios entre las tres administraciones.
Para intentar solucionar esta situación, el PRO, la Coalición Cívica y el radicalismo acordaron una coordinación en el trabajo de la Fundación Pensar, el Instituto Hannah Arendt y la Fundación Alem, para la formación de dirigen- tes y, al mismo tiempo, para la elaboración de las plataformas de gobierno unificadas.
Fabio Quetglas, consejero de la Fundación Alem, destacó la importancia de “volver a vincular la política a algo que va más allá del marketing, los dirigentes no se inventan, hay que hacer un recorrido”. El diputado marcó así el viraje en la estrategia oficialista de la selección de postulantes con el foco exclusivo en la popularidad, que permitió al PRO el crecimiento en las urnas.
Con ironía, desde el interior de Cambiemos dicen que Pensar, conducida por la diputada Carmen Polledo, es un “shopping” mientras que la Alem es un “almacén de barrio”, aunque confían en que podrán combinar las distintas idiosincrasias partidarias. La Fundación del PRO, ubicada sobre la calle Balcarce, a pocas cuadras de la Casa Rosada, supo albergar a buena parte de quienes son funcionarios del Gobierno antes del triunfo del 2015 y pretende seguir en la misma senda. Por su parte, el Hannah Arendt de Elisa Carrió también tiene abierto un ciclo de charlas para la formación de dirigentes que se dicta en su sede de Recoleta, aunque con menos perspectivas de ocupación de cargos públicos que los que tienen sus colegas macristas.