Diez opositores muertos en tres días de protestas en nicaragua
La violencia estalló en las manifestaciones contra una reforma del sistema de seguridad social impulsada por el gobierno.
El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, aceptó dialogar sobre su polémico paquete de reformas a la seguridad social que provocó una ola de protestas populares en las que murieron al menos diez personas por la represión policial.
Las manifestaciones, unas de las más violentas en los once años de gobierno de Ortega, dejaron también más de ochenta heridos y severos daños a la propiedad.
Rosario Murillo, primera dama y vicepresidenta, anunció que Ortega acogió la propuesta del gremio empresarial de “retomar la mesa de diálogo” para dar una solución al conflicto originado por el aumento de las cuotas patronales y laborales que buscan saldar un millonario déficit del seguro social.
“Nuestro presidente, el comandante Daniel, me ha pedido que comunique al pueblo nicaragüense que el Estado, el gobierno, la presidencia de la República ha aceptado ese llamado a reinstalar la mesa de diálogo, porque ninguno de nosotros ha dado por concluido el modelo de diálogo, alianzas y consenso”, dijo Murillo.
El Gobierno asegura que el principal objetivo de la reforma es garantizar los derechos a una seguridad social para la población menos favorecida. Pero la transformación implica el recorte de las jubilaciones y de algunas prestaciones médicas. También obliga a las empresas a más aportes.
Las manifestaciones contra las reformas se intensificaron el viernes por tercer día consecutivo con marchas, barricadas, choques con la policía y ataques a instalaciones del gobierno en Managua y otras ciudades del país.
Las autoridades informaron de 29 oficiales y civiles heridos, mientras que la oposición reportó más de sesenta.
El líder de la principal patronal, José Aguerri, urgió temprano al gobierno a evitar que se siga “derramado sangre” y a buscar el diálogo, tras apoyar las protestas. Violencia. Durante la jornada los estudiantes se enfrentaron con la policía y levantaron barricadas en las cercanías de la Universidad de Ingeniería, de donde fueron desalojados con violencia, y prendieron fuego a al menos dos de los llamados “árboles de la vida” de la capital, gigantescos árboles metálicos e iluminados que simbolizan al gobierno.
El gobierno denunció “que vándalos atacaron con bombas molotov” e incendiaron la entrada principal de la oficialista Radio Ya, en la capital. Además acusó a los manifestantes de causar daños en el Ministerio de la Juventud, así como en una alcaldía y un centro universitario –prendido fuego– en otras dos ciudades.
Por su parte, partidarios sandinistas organizados agredieron a manifestantes en las cercanías de la Catedral de Managua, en cuyo interior varios estudiantes habrían quedado atrapados hasta horas de la noche.
A las protestas se sumaron cientos de trabajadores del sector privado y por la noche se registraron violentos incidentes frente al edificio del Seguro Social.
Por transmitir las manifestaciones, cuatro medios televisivos independientes fueron bloqueados por el gobierno el jueves. Un día después, solo uno seguía fuera del aire.