Comienza el debate por la reforma de la ley para poder incinerar basura
Esta semana, la Legislatura porteña tratará el proyecto de reforma de la Ley de Basura Cero, que permitiría a la Ciudad volver a incinerar los residuos sólidos que no pueden ser reaprovechados. En este caso, la modificación propuesta por el Ejecutivo a la ley Nº 1.854 implica la instalación de plantas de ter movalo - rización, que transforman esa basura en energía eléctrica y calefacción, y que genera polémica entre las organizaciones ambientales y los recuperadores urbanos.
Los diputados porteños fueron convocados para este martes a reuniones de las comisiones de Obras y Servicios Públicos y de Ambiente, por lo cual el proyecto debería tratarse en la sesión del jueves.
El proyecto modifica seis artículos de la Ley de Basura Cero sancionada en 2005, en la que, además, se prohíbe la incineración de basura. La norma establecía que la Ciudad adoptara como principio para la problemática de los residuos sólidos urbanos el concepto de Basura Cero, y para ello, fijó un cronograma de metas para lograr disminuir la cantidad de desechos que se depositan en los rellenos sanitarios, que el proyecto propone “en un 50% para 2021, un 65% para 2025 y un 80% para 2030, tomando como base los niveles enviados al Ceamse durante el año 2012”. Ese predio, que según cálculos propios, podría “colapsar” en cinco años, recibe hoy las 2.900 toneladas de basura que se entierran, de las 6.700 que la Ciudad produce por día.
el ejecutivo propone modificar seis artículos de la ley de Basura Cero, de 2005
Posturas. La polémica gira en torno a la quema de residuos, que para las organizaciones ambientalistas –entre las que se cuentan Greenpeace Argentina, Salud sin Daño y la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), entre otras– “no resuelve el problema de base, además de ser una medida que atrasa”.
Según el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Eduardo Macchiavelli, “la decisión se está evaluando, pero tiene muchos aspectos a favor. Consideramos distintas tecnologías probadas en el mundo, que en un ámbito cerrado transforman la basura que ya no puede ser aprovechada en ningún estadio en energía eléctrica. La termovalorización es la opción de los países más respetuosos en políticas de medio ambiente alrededor del mundo, y tienen sistemas de control de emisiones con estándares internacionales”.
“L a impresión que estamos teniendo es que hay una velocidad en el tratamiento que el Ejecutivo porteño le está imprimiendo a este tema que no se condice con el impacto que percibimos que va a tener en el futuro laboral de las casi cinco mil personas que trabajan como recuperadores urbanos en torno a la ley de Basura Cero, ni en los riesgos ambientales que implicaría la incineración de residuos”, dijo el diputado porteño Gabriel Fuks (FpV) en un encuentro que tuvo lugar en la Legislatura, del que participaron además colectivos de cartoneros y trabajadores, y representantes de las ONG ambientalistas.