El uribista Duque, favorito en el ballottage. Haría cambios en acuerdos de paz.
El uribismo quiere volver al poder y endurecer el acuerdo con las FaRC, defendido por el postulante de izquierda. arrecia la campaña del miedo.
Con los acuerdos de paz con las FARC en mente, 36 millones de colombianos acudirán hoy a las urnas para decidir si el uribismo retorna al poder o si la izquierda comandará por primera vez los destinos políticos del país. Iván Duque, delfín del ex presidente Alvaro Uribe, es el gran favorito según todas las encuestas, que le dan más del 50% de los votos. Sin embargo, el ex alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, buscará dar la sorpresa y llegar a la Casa de Nariño.
Duque, de 41 años, aspira a superar los 7,5 millones de votos que obtuvo en primera vuelta. El abogado y ex senador se embandera en los principios de “legalidad, emprendimiento y equidad” y pretende modificar los acuerdos firmados por el presidente Juan Manuel Santos. Según adelantó, esos cambios apuntarán a que no haya impunidad para los guerrilleros que hayan cometido crímenes de lesa humanidad. Su partido, el Centro Democrá tic o, lideró la campaña del No a los acuerdos en el plebiscito de 2016. Encuestas. Los diferentes sondeos concedían a Duque una ventaja de entre 13% y 20% sobre Petro, similar a los 14 puntos con los se impuso en primera vuelta el pasado 27 de mayo. El candidato de Colombia Humana, que defiende el acuerdo de paz con las FARC y el diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), buscaba acortar esa brecha con el voto del electorado del centrista Sergio Fajardo, aunque su otrora rival anunció que votará en blanco.
El ex guerrillero del M-19 tiene un enfrentamiento de larga data con el uribismo. Su carrera política sufrió un cimbronazo en marzo de 2014, cuando el procurador Alejandro Ordóñez, hombre del ex presidente, lo destituyó de la alcaldía por el escándalo de la basura. Un año y medio antes, Petro había cambiado el esquema de limpieza e higiene de la ciudad, al no renovar el contrato de las recolectoras privadas y asumir la responsabilidad de lidiar con 6.500 toneladas diarias de desechos. La crisis lo catapultó fuera del poder, pero no erosionó su popularidad. Hoy, con un discurso a favor del respeto de los derechos humanos y en contra de la corrupción, aspira a derrotar al Centro Democrático. Respaldo. En las últimas horas, Duque difundió un video en el que el premio Nobel de Literat ura de 2010, Mar io Vargas Llosa, le manifiesta su apoyo, como ya lo había hecho en abril pasado en Bogotá, cuando participó en la Feria del Libro. “Estoy seguro de que con él serán reforzadas la democracia y la libertad para Colombia y para toda América Latina”, dijo el escritor.
Petro, en tanto, recibió la adhesión de Ingrid Betancourt, ex candidata presidencial secuestrada por las FARC. “Mis años en la política, y aquellos en cautiverio, impotente ante el sufrimiento de mi familia, me convocan a defender la paz, para que nunca ningún otro colombiano viva lo mismo”, escribió en la revista Semana. Campaña del miedo. El comando de Duque denunció ayer la difusión a través de internet
el Centro Democrático, de uribe, lideró la campaña del no en el plebiscito
de una noticia falsa en la que se dice a sus simpatizantes que no es necesario que voten en la segunda vuelta electoral de este domingo si ya lo hicieron en la primera. “Viene circulando en redes sociales una serie de videos que dicen al elector que no tiene que votar porque los votos en primera vuelta automáticamente se contabilizan para la segunda”, denunció el jefe de la campaña, Luis Guillermo Echeverri.
Por su parte, militantes de Petro fueron amenazados de muerte en La Guajira. “Es el momento de limpiar este país y muerte a todos los colaboradores y líderes de la campaña del guerrillero Gustavo Petro, Colombia Humana, se les advierte a todos los líderes del sur de la Guajira y de San Juan del César”, rezaba un panfleto pegado en la región costeña.
Durante la campaña, el uribismo le endilgó a su rival el mote de “castrochavista”, al asegurar que si él gana la elección Colombia seguirá los pasos de Venezuela. Petro, en tanto, aseveró que Duque intentará reformar la Corte Su- prema y la Constitución, para posibilitar un tercer mandato de Uribe. El recurso del miedo, agitado de uno y otro lado, hegemonizó el último tramo de la campaña. Seguridad. El presidente Santos declaró que las elecciones serán “las más seguras” y “las más transparentes” de la historia de Colombia. “Se han dispuesto 11.233 puestos de votación, 96.774 mesas; esperamos que la gente salga a votar como salieron a votar en la primera vuelta, las garantías que se han querido ofrecer han sido las máximas garantías que puede dar un Estado”, aseguró al instalar la Misión de Observación Internacional que supervisará los comicios.
Las elecciones distraerán por unas horas la atención de los colombianos del Mundial de Fútbol, donde debutarán el martes contra Japón. En las urnas, en tanto, el partido será Duque versus Petro, uribismo contra la izquierda, y, principalmente, acuerdos de paz sí o no. Esa es la cuestión que decidirán hoy los colombianos.