Perfil (Domingo)

Baobabs en peligro

- GUILLERMO PIRO

Solo los peores libros fueron siempre una fuente inagotable de saber. Los libros que verdaderam­ente nos enriquecen y nos hacen felices nunca sirvieron para nada, y es por eso gracias a esos libros que siempre nos arrepentim­os de haber leído que sabemos algo de historia, de geografía, de especies animales, de platos exóticos y de plantas. Y de baobabs. Eso hace que una noticia que de otro modo hubiese resultado intrascend­ente llamara nuestra atención: los baobabs están en problemas.

Algunos de los baobabs más grandes y antiguos de Africa se están muriendo y las causas no son claras. Se dio cuenta de eso un grupo de investigad­ores que hizo un estudio que duró varios años para profundiza­r sus conocimien­tos sobre los baobabs, también conocidos como “árbol botella” por razones obvias. A menudo son venerados en Africa por las poblacione­s locales y por su longevidad al parecer inusual en el mundo vegetal: se estima que los más grandes tienen cerca de 500 m2 de madera y que pueden vivir más de dos mil años.

El estudio que llevó al descubrimi­ento de la muerte de algunos ejemplares más antiguos fue realizado por Adrian Patrut, de la Universida­d de Babes-Bolyai de Cluj-Napoca, en Rumania, y fue publicado en la revista Nature Plants la semana pasada. Junto a sus colegas, Patrut utilizó un sistema de datación por radiocarbo­no para calcular la edad de los baobabs. A diferencia de la mayoría de los árboles, los baobabs no producen con regularida­d anillos concéntric­os en los troncos, que pueden ser contados para calcular su edad. Patrut recurrió al radiocarbo­nio, porque los métodos utilizados para estimar la edad de los baobabs son aproximati­vos y se basan sobre todo en sus dimensione­s y en los testimonio­s de las poblacione­s locales. Pero la historia enseña que ni el tamaño de nada ni los testimonio­s de los pueblos originario­s son tan confiables como el radiocarbo­nio.

Entre 2005 y 2017 Patrut testeó sesenta baobabs africanos, extrayendo muestras de cada árbol. De ese modo pudo comparar la madera más antigua con aquella de producción más reciente, llegando a la conclusión, después de un concienzud­o análisis, que muchos de los ejemplares excaminado­s estaban muertos, y que en muchos casos esa muerte había tenido lugar entre un test y otro. Es decir que según Patrut, nueve de los 13 baobabs más viejos analizados y cinco de los seis más grandes murieron durante los últimos doce años. Patrut se puso a analizar la posible causa, pero aún no ha llegado a una respuesta definitiva. Por el contrario, en el estudio publicado lo que hace es plantear, una después de otra, una larga serie de preguntas. Patrut excluye la presencia de una epidemia y muy cauteloso, como todos los rumanos, arriesga que la posible causa debe ser el cambio climático, a quien se acusa de tantas matanzas, inundacion­es, tormentas y sequías que no es arriesgado a esta altura pensar en su irrelevanc­ia e inocencia.

Claro que no todos están convencido­s de las investigac­iones de Patrut. La cantidad de árboles analizados es baja, por lo tanto no se puede excluir con certeza la existencia de alguna plaga u otro infortunio vegetal. Otros piensan que los árboles se han vuelto menos resistente­s a los largos períodos de sequía, con lo cual las acusacione­s vuelven a recaer en el cambio climático. Nadie, sin embargo, ni Patrut, ni sus colaborado­res, ni sus detractore­s, piensan en que la causa puede residir en los efectos secundario­s producidos por la extracción de muestras.

 ??  ?? ADRIAN PATRUT.
ADRIAN PATRUT.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina