Histórico acuerdo con el Vaticano por siete obispos disidentes
La Santa Sede y el gobierno de China firmaron ayer en Beijing el tan esperado y discutido “Acuerdo provisorio sobre el nombramiento de obispos”, que llegó en el primer día del viaje del Papa por Lituania, Letonia y Estonia.
El acuerdo “trata del nombramiento de los obispos, cuestión de gran importancia para la vida de la Iglesia, y crea las condiciones para una amplia colaboración a nivel bilateral”, afirmó el Vaticano.
El histórico acuerdo fue firmado por monseñor Antoine Camilleri, subsecretario para las Relaciones con los Estados, y Wang Chao, vicecanciller chino, jefes de las respectivas delegaciones negociadoras. Grieta.
Los 12 millones de católicos chinos, muy minoritarios en un país con 1.500 millones de habitantes, profesan su fe divididos desde hace décadas entre una Iglesia “patriótica” controlada por Beijing, y otra clandestina que reconoce la autoridad del Papa. Con el acuerdo, Francisco “readmitió con plena comunión eclesiástica a los obispos ‘oficiales’ ordenados sin mandato pontificio”, dijo el Vaticano.
El Papa “auspicia que, con las decisiones tomadas, se pueda iniciar un nuevo camino, que permita superar las heridas del pasado realizando la plena comunión de todos los católicos chinos”, continuó.
Francisco creó ayer en la provincia de Hebei la nueva diócesis de Chengde, bajo jurisdicción de Beijing, la primera en setenta años.
“Este no es el fin del proceso. Es el comienzo”, para “permitir a los creyentes tener obispos en comunión con Roma pero al mismo tiempo reconocidos por las autoridades chinas”, dijo el portavoz del Vaticano, Greg Burke, desde Vilna, adonde llegó el Papa ayer para un viaje de cuatro días a los países bálticos.
“El objetivo del acuerdo no es político sino pastoral, permitiendo a los fieles tener obispos en comunión con Roma, y que al mismo tiempo sean reconocidos por las autoridades chinas”, agregó.
Para el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, ahora “los católicos en China podrán testimoniar la propia fe, vivir un genuino amor a la patria y abrirse al diálogo con todos los pueblos y a la promoción de la paz”.