En el aire. Argentina lanza el primer satélite con radar. Habla la ingeniera jefa del proyecto.
Vía SpaceX, Argentina lanza hoy a las 23.21 desde California el primer satélite con radar. En su construcción trabajaron más de 800 personas.
CECILIA FARRE Tras la reprogramación de la empresa SpaceX, Argentina lanzará hoy a las 23.21 el Satélite Argentino de Observación con Microondas (Saocom 1A) de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) desde la base Vandenberg, en California, a través del cohete Falcon 9.
En varios puntos del país y del mundo se concentrarán los ojos en las pantallas para ver el comienzo de la concreción de un proyecto que comenzó hace diez años y que consiste en un satélite con radar que operará en banda L para medir la humedad del suelo. Será uno de los pocos en el mundo con estas características y con el pulso de onda que emite podrá penetrar, en función de la vegetación, desde 50 centímetros y hasta 2 metros en suelo desnudo.
La ingeniera electrónica y jefa del proyecto Saocom de la Conae, Josefina Peres, no niega sentir un nerviosismo que asegura no terminará hasta tener la primera ima- gen adquirida por el radar. Tampoco reniega de sus lágrimas cuando en el ensayo vio por primera vez la antena de 53 metros cuadrados desplegada, ni de los chistes: “Acompaño al satélite a todos lados, es como un hijo, me cargan con eso”. Para la experta hay mucho trabajo detrás de la enorme estructura. “El Saocom es un proyecto gigante y ambicioso”, asegura. Es que en él participaron cerca de 800 personas de distintas instituciones y empresas, lo que significó mucha coordinación.
Al finalizar sus estudios en la UBA Peres tuvo ofertas de trabajo en Francia. Sin embargo, no dudó en ingresar en 2005 a la Conae para seguir los pasos de su padre, quien había trabajado en el procesamiento de imágenes en la agencia espacial argentina. Así empezó a trabajar en el proyecto Sarat, que consistía en un avión con radar. “Teníamos que hacer funcionar el radar y tuve el lujo de ver la primera imagen. Eso marcó mi destino y de todo el grupo. El Sarat fue un laboratorio perfecto para entender al Saocom”, explica la ingeniera.
Seguir al Saocom la llevó a Peres a “ser nómade” hasta que luego de tres años de viajes de Buenos Aires a Bariloche –y un amor– se instaló en la ciudad patagónica. —¿Cómo fue el proceso de elaboración del satélite?
—El diseño y la construcción de un satélite es un proceso largo, tiene muchas fases. La primera fue definir los requerimientos de la misión que era medir la humedad del suelo con tecnología de radar en banda L. En este caso el desafío fue aprender cómo funcionaba porque es el primero. Era ir a los proveedores a pedirles que hicieran algo que nunca antes habían hecho y en el caso de Saocom en casi todos los aspectos fue así. De hecho la rama de radares de Invap nace con el Saocom. Ellos empiezan a aprender sobre tecnología de radar gracias a ese requerimiento. —¿Qué otros retos tuvieron?
—La antena fue otro desafío, es un crisol de más de 10 proveedores, muchos nacionales que recién empezaban en el rubro, y a nosotros nos tocó coordinarlos y que todo funcione entre sí. La antena tiene grandes requerimientos térmicos y de materiales para que no se deforme pero que también sea rígida porque tiene encima 1.600 kilos. Y la Comisión Nacional de Energía
Se concreta un proyecto que comenzó hace ya más de diez años