Grieta ortodoxa
El presidente de Ucrania, Petro Porochenko, y el patriarca de Constantinopla, Bar tolomé I, acordaron ayer en Estambul cooperar para fundar una nueva Iglesia, en otro paso ucraniano para desligarse de la Iglesia ortodoxa rusa. Este paso supone un cisma en la cristiandad ortodoxa, que además amenaza con profundizar el conflicto político entre Moscú y Kiev. El principal problema al que se enfrenta la fundación de una nueva Iglesia en Ucrania es el hecho de que en la antigua república soviética coexistan tres Iglesias ortodoxas. La mayor de ellas es fiel a Moscú, mientras que las otras dos se definen como Iglesias nacionales.