Agua, minería y agricultura en la agenda
El tiempo que precede a la reunión del G20 es el de una actividad intensa que se transformará en propuestas para los gobernantes: las usinas de pensamiento tienen un rol esencial en la generación de propuestas que se transformen en políticas públicas. Un conjunto que está en marcha y que fue teniendo distintos hitos, antes de la reunión que se realizará la semana próxima en Buenos Aires. En este sentido, los Diálogos de la Tierra, una iniciativa que desde hace años nació en una idea de Mijail Gorvachov pueden revelar una serie de necesidades, pero también, el sentido de las discusiones en materia de ecología. Y de un aspecto muy relevante de la ecología, que es cómo se pueden establecer políticas públicas a partir de las necesidades planetarias. Claramente, la agenda actual está signada por temas en los que es preciso buscar respuestas que no sean imcompatibles con el desarrollo: la minería, la industria, la necesidad de pensar el agua en todos sus aspectos, desde el acceso al agua corriente a la situación de los mares, son parte de un cúmulo de necesidades en el que la estrategia de las respuestas que se den también tendrá incidencia en las futuras elecciones, por ejemplo.
La cuestión hídrica. El primer día estuvo orientado a los grandes recursos hídricos de las cuencas Compartidas Transnacionales y la experiencia mundial en el buen manejo de las mismas a los efectos de evitar conflictos y de resolverlos adecuadamente en el caso en que éstos se produjeran. En la segunda jornada se discutió sobre el futuro de la energía y se realizaron dos mesas redondas sobre la industria del petróleo y su impacto en el medio ambiente; y la otra estuvo vinculada en la minería y su impacto en el medio ambiente. En el cierre se desarrolló la importancia de la producción de la energía, el cambio climático y su impacto en el agua; el desarrollo Sustentable y los problemas ambientales como materia de Estado como también la agricultura y su impacto en el medio ambiente. Además, se llevaron a cabo dos mesas redondas en donde se discutió sobre el impacto en la agricultura y la ganadería; y el impacto ambiental de actividades industriales y urbanas. La presidente de Green Cross Argentina, Marisa Arienza comentó que “hemos analizado y dialogado en un marco de cooperación, desde puntos de vista diversos con el espíritu de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida, la preservación del medio ambiente, y el Desarrollo Social Sostenible. Con el objetivo de una gestión integrada de los recursos hídricos, equitativa y responsable del acceso al agua potable para los habitantes del mundo y la región”.
Pobreza. Entre las conclusiones del encuentro se destacan aquellas que vinculan a la cuestión social con la problemática ambiental. Trabajar por erradicar la pobreza, respetar los derechos humanos tiene una relación directa también con las cuestiones ambientales. Y además, “asegurar que el acceso a la información en todos estos temas sea: público, accesible en todos los idiomas y con todos los instrumentos que las comunidades necesitan para poder considerarse efectivamente informadas sobre ellos, cumpliendo con la legislación nacional e internacional vigente”.