Milagro productivo y descontrol en el ‘boom Vaca Muerta’
PERFIL recorrió la explotación de YPF en Neuquén, donde la producción de petróleo salta al 50% anual. Preocupación por muertes de operarios y confusos incendios.
Primero, un grupo de geólogos define en qué punto de Vaca Muerta, una roca gigante del tamaño de Bélgica ubicada a 3 mil metros de profundidad, está la mejor concentración de petróleo desparramado hace millones de años como entre los poros de una esponja.
Luego, llega un equipo perforación alquilado por unos 30 mil dólares el día a empresas estadounidenses: mechas gigantes de un diámetro un poco más ancho que el de una botella de vino que taladran las 24 horas. Un técnico de unos 30 años que trabaja 14 días en el yacimiento y 7 descansa, a cambio de 90 mil pesos por mes, monitorea las variables desde una torre en el lugar a través de pantallas táctiles.
Al llegar al fondo, la mecha increíblemente dobla a 90 grados y sigue perforando. Desde una oficina a algunos kilómetros, una mezcla de geólogo de con nerd techie mueve con un mouse la punta del taladro que va rompiendo la piedra por el largo similar al de la avenida 9 de Julio entera. Cuando terminan y levantan campamento, llega el equipo de “fractura ( fracking) y estimulación”, que inyecta enormes caudales de agua y arena para que, con la extrema presión que generan más tarde, brote desde las entrañas de la tierra un líquido con la consistencia del detergente que lleva petróleo, claro, más agua y algunos gases.
Por una maraña de oleoductos llegará a la planta de tratamiento de crudo, la petecé, donde se dejará el hidrocarburo apto para su venta a las refinerías, en las que más tarde se transformará en el combustible que usted le pone al auto en la esquina de su casa. Desde que los geólogos marcaron el puntito en el que hacer el primer agujero, habrá pasado no menos de un año.
Auge. Haber conseguido que ese procedimiento inverosímil que se desarrollaba solo en Estados Unidos y Canadá sea posible y rentable en la Argentina es un logro de la petrolera estatal YPF a lo largo de los últimos seis años. Prácticamente un milagro si se cuentan las devaluaciones, crisis y cambios de gobierno en el medio. “Acá, donde están hoy, hace seis años no había nada”, dice Pablo Bizzotto, vicepresidente de upstream de la empresa, en un gran complejo de la gerencia no convencional de YPF, en una recorrida con periodistas a la que fue invitado PERFIL. Hoy funcionan en Neuquén 623 pozos solo de YPF, algunos en sociedad con grandes firmas multinacionales como Chevron, Schlumberger o Petronas. La producción de este crudo de toda la indus
El yacimiento creció en los últimos seis años, atravesando dos gobiernos