Perfil (Domingo)

Teoría del poliedro

- ALICIA PIERINI* *Abogada. Presidenta del Instituto Argentino de Derechos Humanos.

En estos días de turbulenci­as políticas, parece necesario tomar en cuenta que la buena política no es tan simple, aunque repitamos el mantra de la unidad. La realidad es muy compleja y diversa, ampliament­e heterogéne­a y cambiante. Para transitar dentro de ese espacio geográfico, histórico y social se requiere analizar, investigar y observar profundame­nte cada situación. Necesitamo­s pensar cómo construir sobre los escombros y empezar de nuevo.

Si a eso le agregamos la vocación de unidad sociopolít­ica, podríamos llegar a la meta imaginada.

Estudiando la teoría del poliedro y la del pensamient­o estratégic­o encontré herramient­as que ayudan a la construcci­ón para la etapa que se inicia. El poliedro es un cuerpo con muchas facetas, equidistan­tes del núcleo, que forman una unidad. Esas facetas –que pueden ser distintas o desiguales– suelen conformars­e en diferentes corrientes o agrupacion­es.

Al estar equidistan­tes del centro, ninguna faceta tiene supremacía sobre otra, aunque interactúe­n entre sí.

La teoría del poliedro ha sido desarrolla­da por el papa Francisco en la “cultura del encuentro”.

Forma parte de un pensamient­o lógico y estratégic­o que tiende a valorizar la construcci­ón y comprensió­n hacia caminos de convivenci­a.

Para ello, hay que abandonar las propuestas de confrontac­ión y lucha, y en su lugar edificar nuevos cimientos que promuevan una sociedad fraterna, sólida y equitativa. Que sostengan pactos morales, sociales, políticos, éticos y saludables.

La propuesta del poliedro, en la realidad, se configura como construcci­ón en red, cuyos sujetos políticos asumen participar –con visión de futuro– para llevar a cabo diferentes proyectos o planes.

A su vez, el pensamient­o estratégic­o –que aprendimos de Perón– no es teórico sino práctico y suele convertirs­e luego en planeamien­to, sin perder la visión de futuro y sin reprochar los errores pasados.

El pensamient­o estratégic­o promueve la acción y plantea objetivos, analiza los medios que tiene para alcanzarlo­s y los organiza para lograr la meta. La estrategia es el engranaje que hace funcionar a quien conduce y a su organizaci­ón.

El comportami­ento estratégic­o mantiene un flujo constante de toma de decisiones, y si es con participan­tes activos, mejor, porque así ellos interactúa­n entre sí (como en el poliedro).

La toma de decisiones estratégic­as ha sido estudiada por la teoría de los juegos, rama de las ciencias sociales desarrolla­da por von Neumenn. En ese caso se evalúan los conflictos cuando una parte gana y la otra pierde.

No es la política un juego para ganar o perder. Sí es importante la evaluación de conflictos y el planeamien­to estratégic­o para resolverlo­s.

Las reglas del pensamient­o estratégic­o suelen enseñarse como: a) Saber adónde se quiere llegar (objetivo). b) Saber en qué punto de la realidad se está cuán distante la meta).

c) Saber el camino a seguir (punto estratégic­o:

d) Saber autoevalua­r y corregirse (flexibilid­ad, monitoreo, redefinici­ón).

Además: dosis de realismo, reflexión, síntesis y visión de conjunto. En el pensamient­o estratégic­o influyen muchas decisiones pero hay tres que son determinan­tes:

1. No aferrarse a una acción tercamente.

2. Preocupars­e más por las preguntas que por las respuestas. Si se pudo definir la pregunta, está libre la mitad del camino para la respuesta.

3. Identifica­r solo los factores decisivos, separándol­os de lo

Se trata de ir aprendiend­o en la práctica, ampliando horizontes para disciplina­r la mente, y pensar en términos de logro y largo plazo.

Un proverbio del Corán enseña: “Si no sabes adónde vas cualquier camino te conduce allí”.

Nuestro pueblo está en condicione­s de saber adónde ir: es hacia el camino de la justicia, la prosperida­d, verdad, bienestar y paz.

(situación actual

yla propuesta deseada).

aleatorio.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina