Perfil (Domingo)

Logran un avance clave contra el cáncer gracias a la bioinformá­tica

Científica­s del Instituto Leloir y el Conicet identifica­ron cómo se relacionan las mutaciones en 47 tipos de tumores, lo que permitirá mejorar tratamient­os.

- FLORENCIA BALLARINO

El cáncer es una enfermedad causada por ciertos cambios en los genes que controlan la forma como funcionan nuestras células. Estos cambios (mutaciones) pueden heredarse o adquirirse durante la vida como resultado de errores en el ADN que ocurren al dividirse las células o por exposición a sustancias cancerígen­as como el humo del tabaco o los rayos ultraviole­ta del sol.

El gran avance de las técnicas de secuenciac­ión del ADN –y sobre todo su abaratamie­nto– ha permitido identifica­r y catalogar las mutaciones adquiridas (llamadas somáticas). Actualment­e se conocen cerca de 800 genes con mutaciones causalment­e implicadas en el desarrollo del cáncer. Pero a pesar de la gran cantidad de datos disponible­s, hasta ahora existía poca informació­n sobre la relación entre estas alteracion­es genéticas en los diferentes tipos de tumores humanos.

Investigad­ores de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y el Conicet lograron identifica­r reglas y patrones mutacional­es que se dan independie­ntemente de donde está ubicado el tumor, un hallazgo que permite dar un salto de lo cuantitati­vo a lo cualitativ­o y tiene implicanci­as sobre el diagnóstic­o y el tratamient­o del cáncer, uno de los problemas de salud más importante­s del mundo. En la Argentina se diagnostic­an 125 mil nuevos casos de cáncer cada año. En 2016, 62 mil personas murieron a causa de esta enfermedad, según cifras de la Agencia Internacio­nal de Investigac­ión sobre Cáncer.

Los científico­s del Laboratori­o de Bioinformá­tica Estructura­l de la FIL realizaron –a través del uso de un software propio– un exhaustivo análisis computacio­nal de 2.800.000 mutaciones genéticas de casi 1.200.000 muestras correspond­ientes a 47 tipos de cáncer, incluyendo los de mama, páncreas, piel, colon, pulmón y ovarios. Para esto recurriero­n a diferentes bases de datos internacio­nales, como el proyecto The Cancer Genome Atlas y el Catálogo de Mutaciones Somáticas en el Cáncer.

Relación. El estudio, publicado en la revista Human Mutation, identificó pares y redes de mutaciones genéticas que presentan patrones de coexistenc­ia y exclusión mutua en su comportami­ento y, a su vez, hay algunos pares que se dan en muchos tipos de tumores y otros que son específico­s de un solo tipo de tumor. Por ejemplo, en la proteína llamada P53 se dan dos mutaciones en las posiciones 175 y 282. Mientras que en el cáncer de hígado ocurren juntas (si está una, está la otra), en el de intestino se excluyen mutuamente (si está una, no está la otra).

“Estos patrones entre las alteracion­es genéticas no son solo de interés para la investigac­ión básica, sino también para su uso en clínica ya que pueden ser de ayuda en la selección de terapias antitumora­les multidirig­idas”, le explicó a PERFIL Cristina MarinoBusl­je, jefa del laboratori­o y una de las autoras del trabajo. “En este sentido, las mutaciones que ocurren juntas sugieren combinacio­nes de drogas que podrían ser efectivas en el entorno clínico, mientras que las mutaciones que se excluyen mutuamente indican combinacio­nes que probableme­nte no sean útiles”, destacó.

Es lo que se conoce como terapia dirigida, un tratamient­o contra el cáncer que actúa enfocándos­e en genes o proteínas específico­s para ayudar a impedir que el cáncer se desacuyas rrolle y disemine. En el último tiempo se han desarrolla­do fármacos contra proteínas portadoras de algunas de dichas mutaciones. Por ejemplo, gefitinib y erlotinib contra el gen Factor de Crecimient­o Epidérmico mutado en las posiciones 19 y 21. “Actualment­e existe un amplio consenso en oncología respecto de la necesidad de desarrolla­r tratamient­os combinados en lugar de monoterapi­as; es decir, aplicar dos (o más) fármacos en lugar de uno

Hacia la

solo, siempre que el perfil de toxicidad lo permita. Nuestro artículo puede ser útil para orientar qué combinacio­nes de fármacos tienen más posibilida­des de ser efectivas en pacientes y cuáles no”, sostuvo Miguel Angel Molina Vila, director del Laboratori­o de Oncología del Hospital Universita­rio Dexeus (España) y otro de los autores del estudio.

Además, no todas las mutaciones son igualmente importante­s. Mientras que hay genes

medicina personaliz­ada

alteracion­es confieren a la célula una ventaja selectiva y que, por lo tanto, dirigen el desarrollo del tumor (“mutaciones drivers”), hay otros genes que aparecen mutados que son meros “pasajeros”. “A partir de este estudio vimos que mutaciones considerad­as pasajeras tienen un patrón de comportami­ento similar a las driver, lo que nos hace repensar cómo están catalogada­s”, explicó Elizabeth Martínez Pérez, becaria del Conicet en el grupo de Marino-Buslje y una de las dos primeras autoras del estudio.

Además de apoyar las terapias con valiosa informació­n, el trabajo de científico­s del FIL podría motivar una reclasific­ación de los tumores. “¿Si hay mutaciones que ocurren juntas en algunos tejidos y no en otros, por qué clasificar a los tumores por tejidos? Quizás podríamos clasificar a los pacientes por su patrón mutacional independie­ntemente de dónde ocurre el tumor”, planteó Marino- Buslje.

n

 ?? NESTOR GRASSI ?? Cristina Marino-Buslje y Elizabeth Martínez Pérez, autoras principale­s del trabajo, en el Instituto Leloir.
NESTOR GRASSI Cristina Marino-Buslje y Elizabeth Martínez Pérez, autoras principale­s del trabajo, en el Instituto Leloir.
 ??  ?? EQUIPO.
EQUIPO.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina