El mismo apellido
En estos días varios periodistas trataron de predecir si una fórmula compuesta de dos personas con el mismo apellido en la política podría tener como resultado el éxito o el fracaso. Con relación al tema, es interesante recordar algunos casos en el ámbito del cine.
En 1949 la MGM reunió a Robert Taylor y Elizabeth Taylor en El traidor. Aunque el protagonista era una actor consagrado y su compañera una bella actriz en ascenso, el público no aceptó la diferencia de edades (37 y 16) y, además, por mostrar a un espía que traiciona a su patria durante la Guerra Fría, la película fue boicoteada por Rusia en algunos países. El resultado fue una pérdida de 809 mil dólares.
El mismo estudio reunió a la pareja en Ivanhoe tres años después, y ese film fue nominado al Oscar y fue muy rentable, recaudando más de 6 millones.
Deborah Kerr y John Kerr habían estrenado en Broadway en 1953 la obra Té y simpatía, de Robert Anderson, y la obra cumplió 712 representaciones. En 1956 la MGM la llevó al cine con los mismos actores. La película no tuvo el mismo éxito, tal vez porque su temática abordaba el prejuicio de la gente ante la supuesta homosexualidad de un estudiante y la sociedad no estaba aún preparada para debatir ese tema. La productora sufrió una pérdida de 220 mil dólares.
Harriet Andersson y
Bibi Andersson compartieron cartel en tres películas de Ingmar Bergman: (Sonrisas de una noche de verano, El relámpago en los ojos y Ni hablar de esas mujeres). Sin embargo, esas dos actrices tuvieron mayor lucimiento actuando separadamente en otros films del mismo director. Se dio otra coincidencia en Sonata otoñal, cuando Ingmar Bergman dirigió a Ingrid Bergman y el film fue un suceso.
Hubo casos de idéntico apellido por parentesco. Jane Fonda actuó con su padre Henry en La laguna dorada. Lynn y Vanessa Redgrave filmaron juntas ¿Qué pasó con Baby Jane? Víctor Bo secundó a su padre Armando en varios films con Isabel Sarli. Enrique Carreras filmó grandes éxitos con su esposa Mercedes.
El resultado de reunir a dos personas del mismo apellido en un proyecto, como se ve, es impredecible. La única particularidad es que en el cine los escándalos de algunas estrellas no producen un efecto negativo en la taquilla. En cambio, en la política, el pasado cuestionable de algún candidato (a) puede traer una merma en los votos.