La crisis llevó el acceso a la casa propia al peor nivel desde 1976
Como cayó el salario, pero el precio del metro cuadrado sigue récord, hacen falta 144 meses de trabajo para comprar un dos ambientes.
No había internet, apps, celulares ni Netflix, pero un joven profesional argentino de la década del 70 tenía una ventaja respecto del actual: estaba mucho más cerca de comprarse una casa.
El rector de la Universidad Torcuato Di Tella, Juan José Cruces, habló durante un evento sobre inmuebles que organizó Mercado Libre el jueves pasado y focalizó en las dificultades que tiene un joven profesional con cuatro años de actividad laboral encima: “Entre el 76 y el 80, un metro cuadrado en el corredor norte de la Ciudad valía un mes de sueldo de un joven profesional. En los 80, el sueldo era un poquito más alto que el metro y en los 90 era más favorable esta relación y de manera muy estable. En 2001 se quebró la relación entre nuestros jóvenes más educados y el metro cuadrado. Ahora, encima, los salarios se desplomaron y la posibilidad de comprar se alejó”.
Luego añadió: “En 2003 un departamento de 60 m² pasa a valer 77 meses de trabajo. 50% más caro de lo que era antes de la crisis. Luego vino el cepo. ¿Qué pasa ahora? Se necesitan 144 meses”.
Cruces sostuvo que el principal inconveniente es que se ata el valor al dólar, lo cual, según su óptica, es entendible para el precio del aceite o de la harina, que son bienes transables, pero no para los inmuebles que “por definición, no se pueden exportar”. Y, sugirió al sector que tenga en cuenta el poder adquisitivo de la población, más que los movimientos del tipo de cambio: “Tenemos el mínimo nivel de transacciones desde 1972. Lo que hay es una recesión en el sector inmobiliario. Los precios no cambian, pero bajan las cantidades negociadas. Todos estarían mejor con precios más bajos, pero nadie quiere bajar primero”.
El docente y economista calculó una demanda fundamentada según la cual el m² debería estar alrededor de los US$ 2.200, mientras que hoy está en 3.957 billetes verdes. Generaciones. En un panel anterior, el consultor especializado en consumo Guillermo Oliveto echó por tierra la idea, que muchas veces circula, respecto de que los millennials no quieren comprarse su casa, porque priorizan gastar el dinero en viajes u otro tipo de bienes.
“Hay una generación entera sin acceso a crédito hipotecario. 15 años en los que la gente no pudo tener su casa”, se quejó Oliveto y destacó que, cuando arrancaron los créditos UVA, la generación X mostró que estaba dispuesta a hacer un esfuerzo adicional a cambio del techo propio.
Además, destacó que es necesario expandir el desarrollo inmobiliario hacia zonas que hoy están desaprovechadas e hizo mención a sectores del Conurbano.
El CEO de Banco Galicia, Fabián Kon, por su parte, destacó que, aún si estuviesen dadas las condiciones macro, falta resolver un problema estructural del sector financiero: “En 2017 hubo un exitoso lanzamiento del mercado de hipotecas. Pero no era sustentable. ¿Por qué? Porque no hay un mercado secundario. En el mundo las hipotecas se van generando y hay un mercado secundario que las compra. Fondos de pensión, por ejemplo, a los que les interesa algo asegurado por CER.
No obstante, Kon reconoció: “Para que haya mercado hipotecario tiene que haber inflación baja”.