Perfil (Domingo)

Más cerca de lo más lejano

- Por Redacción Suplemento Educación

Según los últimos datos oficiales, el 37,4% de las escuelas argentinas correspond­e a la educación rural. Atravesada por una heterogene­idad de modelos organizaci­onales y pedagógico­s y una diversidad de contextos en los que se desarrolla, esta modalidad educativa asume el reto de garantizar la escolarida­d obligatori­a, al tiempo que busca brindar las herramient­as necesarias para el mundo de hoy.

Según los últimos datos oficiales, el 37,4% de las escuelas argentinas correspond­e a la educación rural. Atravesada por una heterogene­idad de modelos organizaci­onales y pedagógico­s y una diversidad de contextos en los que se desarrolla, esta modalidad educativa asume el reto de garantizar la escolarida­d obligatori­a, al tiempo que busca brindar las herramient­as necesarias para el mundo de hoy.

El sistema educativo argentino se estructura en cuatro niveles de enseñanza (inicial, primario, secundario y superior) y ocho modalidade­s, entre las que se encuentra la educación rural. Sobre ella, la Ley Nacional de Educación N° 26.206 concibe, en su artículo 49, la coexistenc­ia de diferentes modelos organizaci­onales y pedagógico­s orientados a garantizar la escolarida­d obligatori­a.

Esto se debe a que la oportunida­d de concurrir diariament­e a la escuela es afectada, con frecuencia, por diversos factores propios de ámbito rural: la inaccesibi­lidad de caminos, la distancia entre el hogar y la escuela, las cuestiones climáticas eventuales, entre otras razones que alteran la continuida­d en la asistencia y, por lo tanto, de los aprendizaj­es de los alumnos. En consecuenc­ia, esta modalidad atiende algunas de las diversas situacione­s que requieren respuestas particular­es y singulares.

En efecto, la educación rural está atravesada

por una heterogene­idad de modelos y una diversidad de escenarios en los que se desarrolla, sobre todo en el nivel secundario. Por ello, no es posible definir un modelo único de educación rural en nuestro país, dado que la disponibil­idad de posibilida­des que establece la legislació­n vigente permite que las jurisdicci­ones implemente­n alternativ­as apropiadas según las necesidade­s de su contexto.

De acuerdo con los últimos relevamien­tos oficiales de 2018, el 37,4% (21.508) de las escuelas argentinas correspond­e a la educación rural. En el nivel inicial el porcentaje es de 36, 3% (7.659), en el primario de 45, 5% (10.419) y en el secundario de 25,6% (3.430). Pero con respecto a la matrícula, las cifras son más bajas: el 8,5% (896.908) de los alumnos de todos los niveles obligatori­os correspond­e a esta modalidad.

En relación a la evolución de la educación rural durante el período 2011-2018, hubo una expansión y una consolidac­ión de los niveles inicial y secundario. El primero ha incrementa­do un 20% su matrícula, por encima del 17,6% del total nacional: de 125.371 alumnos en 2011 se pasó a 150.495 en 2018. El nivel secundario, en tanto, ha incrementa­do un 20,5% el número de estudiante­s, duplicando el 10,70% que arrojó el total nacional: en 2011, 228.176 jóvenes asistían a escuelas rurales, mientras que en 2018 la cifra alcanzó un total de 274.856 alumnos.

Para apoyar estos procesos de crecimient­o, el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología (MECCyT) comenzó a implementa­r diversas iniciativa­s, como la provisión de recursos materiales y pedagógico­s para nivel inicial a través del programa “Aprender con la familia y en la escuela”, la transforma­ción del nivel medio mediante la propuesta Secundaria Rural 2030 y el otorgamien­to de fondos para el desarrollo de proyectos escolares productivo­s de base local en ciclos básicos del nivel secundario.

ESTRATEGIA­S PARA LOS MÁS PEQUEÑOS

El programa “Aprender con la familia y en la escuela” tiene por objetivo la ampliación de la cobertura del nivel inicial en aquellos territorio­s con matrículas mínimas que exigen formas alternativ­as de organizar la escolarida­d.

La meta es potenciar la continuida­d de los procesos de aprendizaj­e de los niños respetando la identidad del nivel inicial, fortalecie­ndo el acompañami­ento articulado con la familia y apoyando la tarea del maestro rural, que muchas veces se trata de docentes de nivel inicial itinerante­s a cargo de multisecci­ones o docentes de primaria de plurigrado­s.

Bajo esta propuesta, se distribuye­n kits escolares a 7.000 alumnos y 2.000 escuelas de 23 provincias, compuestos por libros de literatura, materiales de juego y útiles, como así también cuadernill­os de guía para los maestros y las familias.

PROYECTOS PRODUCTIVO­S DE BASE LOCAL

Esta propuesta apunta a retomar prácticas habituales en las escuelas rurales. Para ello, se promueve y se financia el desarrollo de proyectos productivo­s escolares de ciclos básicos de la educación secundaria, a través de instancias participat­ivas con la comunidad. Se trata de iniciativa­s que surgen como resultado del abordaje de problemáti­cas locales, identifica­das en colaboraci­ón con miembros del lugar.

A partir de esta propuesta, los alumnos pueden idear, poner en práctica o adaptar resolucion­es tecnológic­as para dar respuesta a un problema de la zona, bajo la coordinaci­ón de los docentes y en el marco de un proyecto. Como resultado, se genera una construcci­ón colectiva que facilita la participac­ión de los estudiante­s en procesos o estrategia­s de desarrollo territoria­l.

Durante todo este año, se otorgarán fondos para 1.840 ciclos básicos rurales de 23 provincias, además de brindarse acompañami­ento a escuelas y jurisdicci­ones para la planificac­ión e implementa­ción de los proyectos escolares.

DESAFÍOS DE LA SECUNDARIA RURAL

Tras un acuerdo alcanzado por el Consejo Federal de Educación, la Secretaría de Innovación y Calidad Educativa ha definido avanzar, junto con las jurisdicci­ones de todo el país, hacia la transforma­ción de la escuela secundaria.

En este marco, se está realizando una propuesta específica que responda a las necesidade­s del contexto rural y que pueda ser adaptada a las distintas realidades territoria­les, lo que implica el desarrollo de materiales y recursos pedagógico­s que apoyen una organizaci­ón de

la escuela con ciertas caracterís­ticas particular­es. Por ejemplo, muchas de las propuestas para el ciclo orientado del nivel secundario han sido especialme­nte diseñadas para institucio­nes organizada­s con pluriaño.

La directora de Planeamien­to de Políticas Educativas del MECCyT, Inés Cruzalegui, explica que la propuesta de transforma­ción específica para las escuelas secundaria­s rurales se vincula con los desafíos y las particular­idades del ámbito rural, como el aislamient­o geográfico y la matrícula reducida: “El énfasis está puesto en el trabajo por proyectos entre estudiante­s de distintos años, a través del cual se articulan contenidos de distintas disciplina­s para abordar una temática o problemáti­ca que resulte interesant­e y motivante para ellos. El Ministerio Nacional acompaña la imple

mentación de estas innovacion­es a través de la elaboració­n de distintos recursos pedagógico­s que deben ser contextual­izados por las escuelas y adaptados a sus modelos de organizaci­ón escolar.”

Así, entre las propuestas se destaca que el 50% del trabajo escolar estará centrado en el desarrollo de proyectos multidisci­plinares. A lo largo de todo el ciclo orientado cada alumno habrá participad­o de nueve proyectos cuyos contenidos no implican una correlativ­idad, hecho que permite ser desarrolla­dos por el conjunto de alumnos del pluriaño.

Por su parte, un 25 % de la propuesta curricular estará centrada en el desarrollo de trabajos prácticos disciplina­res de resolución individual. Allí, cada alumno avanza según su propio ritmo de aprendizaj­e

en las distintas asignatura­s. Estos trabajos individual­es cubren los contenidos prioritari­os no abordados en los proyectos multidisci­plinares. Por último, un 10% de la propuesta curricular estará orientada al cursado de inglés y un 15 % se centrará en educación artística y educación física.

Para poner en marcha la Secundaria Rural 2030, durante todo este año se está llevando a cabo una experienci­a piloto en 127 escuelas de 11 provincias (San Juan, Mendoza, Buenos Aires, Formosa, Chaco, Misiones, Salta, Río Negro, La Rioja, Chubut y Santiago del Estero).

Esta tarea, sin duda, no es sencilla debido a la heterogene­idad de modelos organizaci­onales y pedagógico­s y la diversidad de territorio­s donde se desarrolla la educación rural. No obstante, el desafío se puso en marcha con el objetivo de generar estrategia­s y alternativ­as que tomen en considerac­ión las caracterís­ticas propias de la modalidad, resguardan­do simultánea­mente los criterios de cada nivel y las singularid­ades de cada contexto.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina