#YoVotoEducación, una iniciativa para las elecciones
Llegó el momento. Es urgente. En Argentina los alumnos no aprenden: la mayoría no termina su educación obligatoria y aquellos que sí lo hacen, en un altísimo porcentaje, no alcanzan los aprendizajes mínimos. Esta realidad indiscutible que surge de los datos más rigurosos de las evaluaciones y estadísticas nacionales oficiales constituye el verdadero riesgo país. Una sociedad cuya mayoría de adolescentes y jóvenes no alcanza la habilitación “para el ejercicio pleno de la ciudadanía, para el trabajo y para la continuación de estudios”, como dice la Ley, es una sociedad frágil que presenta un riesgo cierto para su futuro. Ningún desarrollo habrá en la Argentina si los alumnos no aprenden lo necesario. Por eso debemos levantar la voz y aprovechar el poder que nos da el sufragio 2019 para exigir educación con nuestro voto. ¿Qué significa esto? Significa unirnos en un reclamo pidiendo a todos los candidatos que coloquen a la Educación como prioridad absoluta e impostergable bajo la simple condición de no votarlos si no hacen ese compromiso público. Y este compromiso surge de nuestra Ley 26.206 que en su artículo 3 dice que “La educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa”. Pues este compromiso es el que debemos exigir. Hoy la Argentina no tiene justicia educativa. El 60% de los alumnos de los niveles socioeconómicos más bajos no comprende lo que lee. No hay tiempo para excusas y dilaciones. Millones y millones de niños y niñas en edad escolar están debajo de la línea de pobreza. Si a estos datos le sumamos que, pese a diferentes esfuerzos, en Argentina se incumple hoy con muchos de los artículos de la ley respecto a la inversión legal mínima educativa (6% del PBI), a los mínimos de jornada extendida, a la obligatoriedad del secundario y, entre otras, a la obligación básica de los 180 días mínimos de clase, es innegable que como ciudadanos debemos levantar la voz. Es por eso que llegó la hora de que la sociedad se despabile. Y para ello tiene este año una oportunidad poderosa: defender el derecho de aprender previsto en nuestra Constitución con el voto. Por eso debemos unirnos. En el año 2015 lanzamos desde las redes de Educar 2050 la campaña #YoVotoEducación que concluyó con un debate entre los candidatos a ser ministros de Educación. Este año volveremos con la campaña y a pedir el debate. Votar Educación significa exigir seriedad para alcanzar calidad y justicia educativa. Necesitamos que nos expliquen su programa en detalle y las medidas que expliquen cómo revertirán la crisis, con qué presupuesto, en cuánto tiempo y con quién. Como decíamos al comienzo ha llegado el momento de decir basta. Reclamemos y unámonos en un grito: ¡Yo Voto Educación!