Vidal desembarca en los distritos del Gran Buenos Aires que cree ‘ganables’
La gobernadora apunta a reforzar las visitas a los municipios del norte y el oeste del Conurbano. En el sur, evalúa como muy difícil la elección frente al kirchnerismo.
“La primera (sección electoral) se puede ganar, la tercera es prácticamente imposible”. La frase de uno de los asesores de María Eugenia Vidal es elocuente: gran parte del dispositivo de campaña de la gobernadora estará montado bajo la hipótesis de que el sur del Conurbano es una batalla muy compleja de ganar, pero que el norte y el oeste son distritos “ganables”.
En este contexto, Vidal planea reforzar las “bajadas” por la primera sección electoral. Ayer, de hecho, visitó la Casa de Abrigo Nazaret, que brinda apoyo alimentario y escolar a familias humildes de Morón. Allí se la vio con el intendente local, Ramiro Tagliaferro, y un grupo de candidatos: Santiago López Medrano (San Martín), ministro de Desarrollo Social bonaerense, Lucas Delfino (Hurlingham), Gastón di Castelnuovo (Ituzaingó) y Alex Campbell, subsecretario de Asuntos Municipales y quien encabeza la boleta a diputados provinciales de la sección.
La ecuación que mantienen en la gobernación implica recuperar los votos que, creen, se perderán en los municipios del sur, históricamente vinculados al PJ, en el corredor norte y en gran parte del oeste, además del interior, en especial la quinta sección (Mar del Plata, Tandil, Chascomús) y la sexta (Bahía Blanca). El jefe de campaña, Federico Salvai, trabaja con big data y análisis manzana por manzana de los votantes para intentar ganarle a Axel Kicillof, a pesar de la crisis económica.
Por ello, en la primera sección electoral hay buenos augurios para todo el corredor norte: Vicente López (que viene de ser el municipio donde mejor le fue al oficialismo en 2017), San Isidro y Tigre (donde el vidalismo apuesta a dar pelea). En el oeste, en municipios como Morón, con el actual intendente Tagliaferro (ex marido de Vidal), o Tres de Febrero, con el periodista Diego Valenzuela, el oficialismo no tendría inconvenientes.
Pero habrá batallas complicadas. Una será en San Martín, donde López Medrano intenta sacar a Gabriel Katopodis. La llegada del SAME y el Metrobus en menos de tres semanas son dos hechos de los que el vidalismo intentará sacar provecho en las recorridas y los timbreos que prevé el candidato.
Otro caso complejo es el de Hurlingham, donde gobierna el peronista Juan “Juanchi” Zabaleta. Allí intenta hacer