Las compañías con mujeres en la dirección ganan hasta 20% más
El 79% de las empresas argentinas tiene CEOs varones. Un informe de la OIT y la ONU marca el impacto de las políticas macroeconómicas en la igualdad de género.
El estudio más reciente de la participación sobre la mujer en el ámbito empresarial corroboró que persisten las brechas para acceder a los puestos gerenciales y a los directorios. El 43% de la población ocupada está representada por mujeres pero, a la hora de ver los cargos, solo el 21% de los CEO son mujeres.
Así se desprende de un análisis de 316 empresas grandes, pequeñas y medianas. Los datos están incluidos en el “Informe de la mujer en la gestión empresarial argentina”, realizado por la Oficina de Actividades para los Empleadores de la OIT y presentado en la sede de la Unión Industrial Argentina esta semana.
Según la experiencia internacional, “todas las empresas saldrán beneficiadas de un incremento de su rentabilidad y productividad; de la potenciación de su capacidad de atraer y retener el talento; de una mayor creatividad, innovación y apertura; de la mejora de su reputación y de su capacidad de evaluar mejor el interés y la demanda del consumidor”, de acuerdo con el informe. También señala que esos beneficios “no son insignificantes”: casi tres de cada cuatro empresas encuestadas que mencionaron una mejora de sus resultados señalaron un aumento de sus beneficios de entre un 5% y un 20%, sostienen en la introducción María Victoria Giulietti, coordinadora regional del Programa Ganar-Ganar; Miguel Acevedo, presidente de la UIA, y Martín Rappallini, titular de Uipba.
Entre las principales barreras al liderazgo femenino, el informe señala los estereotipos sociales, la cultura corporativa predominantemente masculina y la desigual distribución del trabajo de cuidado, tanto dentro de las familias como entre el Estado, las familias, el mercado y las comunidades.
Para las empresas, el informe promueve la adopción de medidas para promover más mujeres, equilibrar licencias y evitar, fundamentalmente, reproducir los estereotipos. Pero también señala que el papel del Estado “es central en tanto las políticas macroeconómicas no son neutrales en términos de género”. Y marca que no solo “las políticas de género” son las que generan impacto. “La inflación –y los métodos para atacarla– inciden en las relaciones de género; también lo hacen los programas de ajuste (que suelen hacer recortes en salud o educación, sectores en los que el empleo suele estar feminizado, lo que supone que tareas que eran realizadas por el Estado recaigan en las esferas privadas). A su vez, se verifica que tienen un impacto de género relevante las políticas comerciales, los presupuestos públicos y las medidas vinculadas con los flujos de capital”, remarca.
Tras la presentación del informe a cargo de la coordinadora regional del programa Ganar-Ganar de Naciones Unidas, Victoria Giulietti; la secretaria de UIA Joven, Marysol Rodríguez; la presidenta de la Comisión Mujeres Empresarias Uipba, Irini Wentinck; la presidenta de la Asociación de Restaurantes de la Ciudad de Buenos Aires, Verónica Sánchez; la líder regional de EY Global Delivery Services Argentina, Verónica Asla, y Alejandro Gentile, de Uipba analizaron las exigencias del mercado de trabajo.
En los paneles, se marcó la colaboración público-privada como clave para continuar avanzando hacia la igualdad de género en la gestión empresaria, según destacó la UIA en un comunicado.