Perfil (Domingo)

Tres posibles escenarios y claves para analizar el camino al 27-O

Cualquier resultado promete un impacto político y económico. La mira en la participac­ión y en los ‘techos’ de cada candidato.

- GABRIEL ZIBLAT

La película podría llamarse “La suma de todos los miedos”. Como nunca antes desde el retorno de la democracia, cada uno de los frentes políticos afronta la carrera electoral con el temor de un resultado que los deje ante el peor escenario. A nivel presidenci­al, hoy no habrá ninguna primaria por resolver, por lo que las PASO terminará siendo una gran encuesta que tendrá un impacto crucial en las elecciones de octubre. Y los pronóstico­s hablan de tres escenarios que podrían quedar planteados.

El más repetido sostiene una victoria de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner por entre 2 y 4 puntos de ventaja sobre Mauricio MacriMigue­l Pichetto. De concretars­e, dejará abierto el suspenso hasta octubre, porque no será un escenario determinan­te. Para el Gobierno es positivo porque dejaría en calma a los mercados, que es hoy uno de los principale­s factores que pueden desequilib­rar la gestión. Un dólar tranquilo es condición necesaria para que el proceso de paulatina baja de la inflación se mantenga, y eso a su vez es vital para las aspiracion­es reeleccion­istas de Macri. Para el kirchneris­mo, obviamente también es un escenario positivo porque le permite seguir mostrándos­e como un espacio con potenciali­dad de ganar, algo clave para mantener a todo el Frente de Todos unido peleando por volver al poder. En un escenario de mayor paridad, o incluso de derrota, podrían aflorar las tensiones internas que hoy se mantienen contenidas.

Pero la diferencia no es la única variable a considerar. El techo del ganador también será motivo de análisis. La proximidad al 45% será una señal clara de que en octubre puede quedar definido el próximo presidente, sin pasar por ballottage. El nivel de participac­ión también será clave. Si vota alrededor del 75% del padrón nacional la lectura será que en octubre ese caudal puede crecer, como viene pasando en las últimas elecciones. De ser así, las diferencia­s se podrían achicar o estirar. Si queda en torno al 80%, los márgenes para que las fórmulas sumen nuevos votantes se acortan. En ese caso, aparece la tercera variable que será clave: qué porcentaje de votos obtendrán las terceras fuerzas para ver si hay allí suficiente­s votos para pescar.

El segundo escenario es el de la fórmula kirchneris­ta ganando por más de 5 puntos, lo que dejaría a Alberto Fernández a tiro de la Presidenci­a. En ese caso, el techo del Frente de Todos adquiere una importanci­a mayor: el único aliciente que podría tener el macrismo es que quede lo suficiente­mente lejos del 45% como para instalar la idea de que la pelea se define en el ballottage. Mientras tanto, deberá afrontar un panorama complejo en el plano financiero, por el pesimismo que tendrán los mercados.

El escenario opuesto, claro, es el de Macri ganando por pocos puntos o terminando en una situación de virtual empate. Para el kirchneris­mo se presenta como un escenario inesperado, sobre todo por lo que mostraban las encuestas hace poco más de un mes. No solo será tomado con euforia por los mercados sino que puede resultar un envión clave para Juntos por el Cambio. En este punto, la Provincia aparece como un factor a considerar, porque si María Eugenia Vidal queda en riesgo de perder puede ser una señal de alarma para las aspiracion­es del espacio.

Hasta entrada la noche va a imperar la suma de todos los miedos. El macrismo porque como nunca antes tiene mucho por perder y una derrota lo dejaría, probableme­nte, solo con la Ciudad. Para el kirchneris­mo, porque perder contra un Gobierno que afronta una severa crisis económica sería el reflejo de que una porción mayoritari­a de la sociedad está dispuesta a volver a votar a Macri con tal de que no vuelva más al poder.

Los votos de las terceras fuerzas permitirá ver cuánto pueden pescar los líderes

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