Perfil (Domingo)

Asociación del Rifle, el lobby más criticado en EE.UU.

Donald Trump, histórico aliado de la NRA, dijo que tomaría medidas para limitar el acceso a armas. Por qué recauda cada vez menos dinero y tiene su balance en rojo.

- LEANDRO DARIO

La Asociación Nacional del Rifle (NRA) de Estados Unidos enfrenta una dura prueba tras los tiroteos del fin de semana pasado en El Paso y Dayton, que dejaron 31 muertos. El influyente lobby, que tiene en Donald Trump a un aliado estrecho, pero incómodo, es el blanco de críticas de familiares de víctimas, organizaci­ones que bregan por regular la tenencia y portación de armas de fuego, y líderes demócratas. El propio presidente pareció ponerse esta semana en la vereda opues- ta, al expresarse a favor de las supervisio­nes más rigurosas para comprar las armas.

La Asociación está, quizás por primera vez en su historia, a la defensiva. Aún es influyente y poderosa en Washington, donde acentúa su presión sobre el Congreso y la Casa Blanca, pero empiezan a entrarle las balas en otros frentes: muestra síntomas de debilidad financiera, escándalos de corrupción, y reveses en el Congreso.

Con un presidente alineado ideológica­mente en la Casa Blanca, los cinco millones de miembros de la NRA tienen menos incentivos para hacer aportes de dinero a la Asociación. Las contribuci­ones cayeron 21% –más de US$ 26 millones– entre los años 2016 y 2017 y tuvo un déficit de US$ 31,8 millones en el 2017.

La organizaci­ón de las víctimas en grupos de presión que compiten con la NRA parece haber menguado su poder de fuego. Durante las elecciones de medio término de 2018 la NRA donó menos dinero que las ONGs antiarmas por primera vez en la historia reciente –tan solo aportó US$ 10 millones–.

El paraíso que no fue. “Tenemos los próximos ocho años con el presidente Trump para deshacer la transforma­ción de Obama y volver a poner a nuestro país en el curso justo de la libertad”, aseguró Wayne LaPierre en 2017, cuando el republican­o llegó a la Casa Blanca. Dos años después, ese diagnóstic­o optimista parece haber cambiado.

Según un artículo publicado en Vox, “la NRA es, en cierto modo, víctima de su propio éxito”. “Sin amenaza para los derechos de armas actualment­e en el horizonte, el aumento en las compras de armas que probableme­nte habría tenido lugar si Hillary Clinton hubiera ganado la presidenci­a no sucedió. Y para muchos miembros, donar a una organizaci­ón que pretende proteger los derechos de armas, probableme­nte no sea una prioridad, mientras haya un presidente republican­o que, a pesar de ocasionale­s declaracio­nes en contrario, generalmen­te está del mismo lado”, escribió la periodista Jane Coaston.

Tras las últimas matanzas, la Asociación festejó la reacción de Trump de culpar a la “enfermedad mental” de los atacantes y no a las armas. Pero el jefe de Estado encendió el viernes las alarmas de la organizaci­ón al opinar que se podrían tomar medidas de “sentido común que son buenas para todos” para limitar la cantidad de víctimas fatales. Para la NRA, que aportó US$ 30 millones para su campaña presidenci­al en 2016, eso sería abrir la Caja de Pandora que habilitarí­a otras reformas.

El presidente no busca prohibir la venta de armas, sino limitar el acceso de algunas personas. “No queremos gente demente, gente mentalment­e enferma, gente mala y peligrosa, no queremos armas en las manos de la gente equivocada”, afirmó esta semana.

Cuesta imaginar a los republican­os afectando los intereses de la industria de armas de fuego, que entre los años 2000 y 2012 aportó US$ 80 millones en campañas políticas, la mayoría de ellas republican­as, según el Center for Responsive Politics.

Pero la pólvora de la NRA parece haberse mojado en el Congreso, donde no logró aprobar proyectos que busca

“No queremos armas en las manos de gente equivocada”, dijo el presidente.

ban facilitar la portación de armas y la compra de silenciado­res.

La organizaci­ón sufrió recienteme­nte la salida de su presidente Oliver North, envuelto en un escándalo de corrupción por fastuosos gastos durante su gestión, y la renuncia de tres de sus directores. Además, estuvo en la mira de la Justicia por ser “un conducto” utilizado por agentes rusos para llegar a dirigentes republican­os.

Víctimas. Según el Centro Legal Giffords para Prevenir la Violencia Armada, liderado por la ex senadora demócrata Gabriella Giffords, baleada en 2011 en Arizona, 136 mil estadounid­enses son heridos por armas de fuego cada año. La organizaci­ón exige que el gobierno federal prohíba la venta de armas de asalto, que multiplica­n exponencia­lmente la cantidad de víctimas fatales. Ese tipo de armamento estuvo prohibido entre los años 1994 y 2004 en los Estados Unidos.

 ??  ?? ALIADO INCOMODO. El republican­o llegó al poder apoyado por la NRA. Ahora ijo que tomará medidas de sentido común.
ALIADO INCOMODO. El republican­o llegó al poder apoyado por la NRA. Ahora ijo que tomará medidas de sentido común.
 ??  ?? ANTI NRA. Cada año son baleadas 136 mil estadounid­enses. Organizaci­ones de víctimas piden prohibir la venta de armas de guerra.
ANTI NRA. Cada año son baleadas 136 mil estadounid­enses. Organizaci­ones de víctimas piden prohibir la venta de armas de guerra.
 ??  ??
 ?? FOTOS: CEDOC PERFIL / AP ??
FOTOS: CEDOC PERFIL / AP

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina