Rusia admitió que fue nuclear la explosión en una base ártica
La agencia rusa Rosatom confirmó que el accidente se produjo cuando se hacían pruebas del motor de un misil todavía en fase de desarollo.
Rusia reconoció ayer, tras dos días de silencio, que la explosión ocurrida el jueves en una base de lanzamiento de misiles cerca del Artico tuvo un carácter nuclear, y provocó hasta ahora al menos cinco muertos.
La agencia nuclear rusa, Rosatom, anunció que cinco miembros de su personal murieron en la explosión y otras tres personas sufrieron quemaduras. Explicó que sus empleados aportaban ingeniería y apoyo técnico para la “fuente de energía isotópica” del motor del misil.
La información que trascendió sugiere que la explosión puede tener que ver con el desarrollo del misil de propulsión nuclear Buresvestnik 9M730 (código de la OTAN: SSC-X-9 Skyfall).
Se trata, según medios de prensa, de una de las nuevas “súper armas” que Vladimir Putin quería para hacer frente a Estados Unidos en un mundo posterior al tratado de connuclear INF, firmado por Ronald Reagan y Mijail Gorbachov en 1987, que Trump abandonó el 2 de agosto.
Los responsables militares no informaron sobre la posible presencia de combustible nuclear en el accidente, que fue en la región de Arcángel.
Plataforma. Un comunicado de Rosatom citado por los mealza dios rusos más tarde brindó nuevos detalles de la explosión, registrada en una “plataforma marítima” y a raíz de la cual varios empleados fueron arrojados al agua.
Inmediatamente después del accidente, el Ministerio de Defensa indicó que la explosión se produjo cuando se estaba haciendo una prueba de un “motor-cohete a ergol líquido” (propulsor), e informó de la muerte de dos especialistas y de seis heridos.
Las autoridades aportaron poca información sobre este accidente en una base militar abierta en 1954 y especializada en los ensayos de lanzamientos de misiles de la marina rusa.
“Breve” alza de la radiactividad. El ejército ruso y un portavoz del gobernador regional declararon el jueves que “no hubo contaminación radiactiva”, pero la alcaldía de Severodvinsk, ciudad de 190 mil habitantes a unos 30 kilómetros de la base, aseguró en su portal de internet que sus detectores “registraron una breve de la radiactividad”.
La publicación fue retirada poco después y la alcaldía no precisó hasta qué nivel subió la radiactividad.
Un responsable local de defensa civil, Valentin Magomedov, declaró a la agencia de prensa TASS que el nivel de radiación subió hasta a 2,0 microsieverts por hora durante treinta minutos, por encima del límite reglamentario de exposición de 0,6 microsieverts por hora.
Los habitantes de Severodvinsk corrieron el viernes a las farmacias para comprar yodo o productos con ese elemento químico. “La gente entró en pánico. En una hora vendimos todos los stocks”, declaró a la AFP una farmacéutica de la ciudad, Elena Varinskaya, que distribuyó “fichas con las reglas a seguir en caso de contaminación radiactiva”.
Un experto del instituto para la investigación nuclear de Moscú, Boris Zhukov declaró en el portal del diario RBK que las fuentes de energía isotópica se utilizaban principalmente en la industria espacial y no representaban habitualmente un riesgo para los usuarios.
El peor accidente nuclear de la historia tuvo lugar en 1986 en la Unión Soviética, en el central ucraniana de Chernóbil, y las autoridades fueron acusadas de haber ocultado durante semanas la amplitud del desastre.
Se registró un aumento de radiación por encima de lo reglamentario