Miles de rusos pidieron en Moscú el fin de la persecución a sus líderes
Casi 50 mil partidarios opositores se manifestaron ayer en Moscú para pedir elecciones libres, y 136 de ellos fueron detenidos, en una de las mayores protestas autorizadas desde el regreso al Kremlin en 2012 del presidente Vladimir Putin.
Si bien la concentración, limitada a una sola avenida de la capital, se desarrolló sin incidentes, cientos de personas quisieron continuarla frente a la administración presidencial, donde les esperaba una gran presencia policial.
Un total de “136 personas fueron detenidas por violaciones de la ley durante una acción no autorizada en el centro de Moscú”, indicó la policía moscovita.
Las protestas comenzaron después de que se rechazaran unas sesenta candidaturas independientes para las elecciones locales del 8 de septiembre, que se anuncian difíciles para los candidatos que apoyan al poder en un contexto de malestar social.
En el cuarto fin de semana consecutivo de protestas, la movilización, inédita desde el regreso de Vladimir Putin al Kremlin en 2012, creció en Moscú a pesar de la dura respuesta de las autoridades y la ausencia de la mayoría de los líderes de la oposición, prácticamente todos ellos encarcelados.
En la avenida Sájarov, cerca del centro de la capital rusa, los manifestantes desfilaron en calma con pancartas en las que exigían “Dennos el derecho a voto” o “Nos mintieron”, mientras que otros ondeaban banderas rusas y mostraban fotografías de activistas detenidos.
La última figura de la oposición en libertad, la joven abogada Liubov Sobol, fue detenida antes de la manifestación tras un registro en su local de campaña. “No puedo acudir a la manifestación. Pero saben qué hacer sin mí. Estoy orgullosa de todos aquellos que salieron a la calle”, afirmó en su cuenta de Twitter, antes de ser liberada unas horas después.