Con una feria, buscan ‘salvar’ libros para que no sean destruidos
En promedio, los dos grupos editoriales más grandes del país –Penguin Random House y Planeta– publican alrededor de 600 títulos por año, de los cuales imprimen entre 2 mil y 50 mil ejemplares de cada uno.
Pero sucede que muchas veces no llegan a vender todos los ejemplares, y los libros terminan acumulándose en depósitos porque la Ley de Fomento al Libro no permite que se vendan a precios más baratos. La opción más económica de las editoriales es, entonces, destruirlos y convertir el papel en pulpa. Para evitarlo, un grupo de escritores organizaron ayer la primera feria Autores y Bodegas, donde ellos mismos son los encargados de comercializar sus títulos a un costo más barato, y compartieron con sus fans una cata de vinos en el Club Acha, ubicado en Coghlan.
Se espera que el encuentro se repita, al menos, una vez más antes de fin de año.
La iniciativa surgió por una idea de Luciano di Vito y Jorge Bernárdez, autores de El fin del periodismo y Las aventuras de Perón en la Tierra, respectivamente. “La idea de la feria es evitar que se destruyan los libros porque las editoriales quieren deshacerse de ellos”, explicaron. “Se nos ocurrió vendérselo a la gente a un precio amigo. Empezamos a armar el proyecto y se sumó mucha gente que estaba en la misma situación”, dicen. Además, participaron Carlos Ulanovsky, María Josefina Cerutti, Agustina Larrea y Alejandro Wall, entre otros.
En la feria, que duró hasta las 21, hubo música en vivo y una cata de vinos organizada por la bodega Febrero Riojano. Durante todo el día, varias decenas de personas se acercaron al Club Acha para compartir con sus escritores favoritos no solo comentarios sobre sus obras, sino también más de un brindis.
Ulanovsky comentó que “esto puede dar una nueva chance a los libros que, por una razón u otra, están en un limbo y desaparecieron de los circuitos de venta”.