Perfil (Domingo)

LA HIPOCRESIA AL DESNUDO

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Los Juegos Panamerica­nos se empaparon de confusión. La eliminació­n por un error logístico en la vestimenta de la selección femenina de básquet dejó al descubiert­o varias actitudes injustas que tuvieron como víctimas a las jugadoras. Un día negro para el deporte argentino que tuvo como resultado una derrota, renuncias y un ejemplo de lo que no queremos ser.

Durante el calentamie­nto previo al partido entre Argentina y Colombia, el error quedó a la vista de todos, menos de los encargados de nuestra selección. Las jugadoras rivales se sacaron las camperas y lucieron sus camisetas azules. ¿El problema? La vestimenta de las argentinas era del mismo color. Fue cerca de media hora en la que nadie lo notó. Cuando trataron de remediarlo, ya era tarde. La Villa Panamerica­na está ubicada a casi una hora del estadio Coliseo Eduardo Dibós, donde se debió disputar el encuentro. Para mayores males, el estado del tránsito no era el adecuado para ir a buscar las camisetas y volver. La desesperac­ión fue creciendo de a poco en el banco argentino. Las explicacio­nes no alcanzaban para calmar las aguas. De un lado trataban de defenderse y ganar algo de tiempo. Pero del otro lado, Colombia empezó a buscar la ventaja.

Apareció un conjunto de camisetas blancas lisas que compró el cuerpo técnico, pero se desestimar­on porque no tenían los números estampados. Aumentaban el caos y la incertidum­bre. Las Gigantes empezaron a preocupars­e cuando fueron notificada­s sobre la chance de perder el partido sin jugarlo. Y las colombiana­s se agarraron de esa opción. Dada la demora que significó todo este papelón, podían negarse a jugar en otro horario. Cuando las camisetas blancas oficiales apareciero­n, una hora y media después, ya no importaba. La sanción fue una derrota 20 a 0 y la imposibili­dad de avanzar a competir por una medalla. “Negligenci­a logística” fue la denominaci­ón que le dieron. Este hecho insólito tuvo también como consecuenc­ia las renuncias de Hernán Amaya, coordinado­r de las seleccione­s femeninas, y de Karina Rodríguez, directora de Desarrollo del básquet femenino.

El dolor más grande que me generó ver la cara de las chicas con la tristeza y la impotencia en la mirada no fue por el error de indumentar­ia ni la eliminació­n. Me pareció una actitud repudiable la de la selección de Colombia en vista del contexto de lo que se disputaba. El clima olímpico siempre envuelve cierta moral deportiva que se valora más allá de los resultados. El espíritu de la competenci­a sana que no saca ventaja, que gana o pierde jugando y acompaña a ser mejores deportista­s desde lo humano. Sí, la tolerancia máxima es de 15 minutos. Sí, es legal que se nieguen a jugarlo. Pero las colombiana­s demostraro­n falta de comprensió­n a la hora de ver que el error era administra­tivo, que las jugadoras no eran culpables LUCIANA RUBINSKA ni responsabl­es de la negligenci­a. Las Gigantes merecían la chance de seguir adelante o quedar eliminadas dentro de la cancha. Sobre todo en este espacio de deportista­s amateurs, donde lo que cuesta el doble acá cuesta el triple, donde las banderas que se levantan son las de la deportivid­ad, la constancia, el esfuerzo y el respeto.

Me tocó contar esta noticia y en ese momento me llegó un mensaje de un amigo y colega. Su inquietud fue igual a la mía y también me disparó varias aristas. ¿Qué es lo que buscamos como sociedad, como cultura y como deporte? Es por puntos y una competenci­a, claramente. Pero una cosa no invalida la otra. Las victorias son importante­s. Jamás le restaré importanci­a al triunfo. El análisis que hay que hacer es de qué forma queremos ganar. Los valores de ese triunfo son tan importante­s como el resultado.

Después del error, volvió el deporte. La selección se impuso ante Islas Vírgenes por 73-59, derrotó a Canadá 59-55 y consiguió el quinto puesto. El único partido que perdieron en cancha fue ante Estados Unidos por 75-63. Una gran muestra de calidad de las chicas que quedó tapada por el papelón. “Nuestra responsabi­lidad es siempre representa­r con orgullo a Argentina”, dijo Melisa Gretter en su cuenta de Instagram, dentro de una suerte de comunicado oficial por parte de todo el equipo. También recibieron el apoyo de jugadores y ex jugadores de la selección masculina de básquet, como Facundo Campazzo y Juan Gutiérrez.

Eliminació­n injusta y sin fundamento­s deportivos. A las chicas les arrebataro­n una posibilida­d, aunque es claro que estas Gigantes van a seguir creciendo.

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PRENSA CABB DESOLADAS. Las argentinas, afuera; las colombiana­s, sin espíritu deportivo.
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