Inestable equilibrio
Fuerza magnética Autora: Valentina Vidal Género: novela Otra obra de la autora: Fondo blanco Editorial: Tuzquets, $ 530
Ambientada en una clínica privada al borde la quiebra, no solo económica, Fuerza
magnética imanta las historias de varios personajes que trabajan en ese espacio cerrado y, al principio, saturado de amenazas intangibles que luego se vuelven concretas.
En capítulos breves, como si fueran dosis de un tratamiento de consecuencias dudosas, Valentina Vidal (Buenos Aires, 1970) ilumina momentos de esos trabajadores que, según las circunstancias y el compromiso, cooperan, resisten, conspiran y se enfrentan entre ellos.
Tanto Alina, que pasa de ser empleada a paciente oncológica, como Jimena, su colega y amiga leal, son las heroínas de esta trama hospitalaria en la que también laten el deseo y la traición.
“Estuve viendo su legajo y su historia clínica, que son lo mismo”, le dice el Oscuro, nueva autoridad en la empresa, a Salta, un empleado con demasiadas ansias de complacer a sus jefes. El proyecto de refundación de la clínica que impulsan el Oscuro y sus socios se asemeja bastante a un vaciamiento de la empresa y el cuidado de la salud ajena es apenas un efecto colateral.
Vidal asume una voz narrativa aséptica pero no indiferente, discreta pero nunca solemne. Los giros y evoluciones de los personajes son medidos en frases de apariencia descriptiva, mediante el registro de diálogos cortantes y el montaje de escenas de intensidad diversa, que van del humor al desasosiego.
Como reflexiona Alina mientras espera el inicio de la primera sesión de quimioterapia: “La suma insoportable de incertidumbre y posibilidad no se termina de estabilizar, de ser un resultado concreto”. Ese equilibrio inestable, que se contagia por medio de la lectura, es uno de los aciertos de la novela.