El resto, con pequeñas correcciones
El primer debate presidencial dejó muchas enseñanzas para Roberto Lavagna, Juan José Gómez Centurión, José Luis Espert y Nicolás del Caño que desplegaron distintas estrategias durante la semana para intentar mejorar sus performances de hoy, a solo una semana de las elecciones.
Centurión, uno de los que más complicaciones tuvo en el manejo de los tiempos, trabajó ese aspecto y también trató de mejorar la entonación para resultar un poco más natural en su mensaje. Desde su equipo de campaña justificaron sus limitaciones discursivas porque “no es un candidato hecho por el marketing o el coucheo”, señalaron a PERFIL, al tiempo que resaltaron que “fue un candidato propositivo que no mintió en los datos”.
Espert, muy suelto en el manejo de la cámara, tuvo varias sesiones de preparación con su compañero de fórmula Luis Rosales, un experto de los medios que lo estuvo ayudando con los distintos ejes temáticos, pero de acuerdo a lo que comentaron, no hará mayores cambios en lo gestual.
En el Frente de Izquierda, en tanto, quedaron muy contentos con la repercusión en redes sociales que tuvo la participación de Del Caño. “Este domingo esperamos repetir los resultados e impulsar más fuertemente el despliegue de ideas de la izquierda en las redes sociales”, señalaron desde el comando de campaña y anticiparon que el candidato hará alguna referencia a la defensa a la dictadura que, a su criterio, hacen Espert y Centurión y que no pudo marcar el domingo pasado.
Lavagna, que tuvo algunas dificultades con el ritmo de su mensaje y que también desperdició tiempo en su planteo sobre Educación y Salud, anticipó que no hará modificaciones. “Seguiré diciendo cosas aburridas como la del hambre, de Ciencia y Tecnología, si eso es aburrido, no importa, soy aburrido”, dijo en el Coloquio de IDEA, en línea con su intención de ceñirse a las propuestas por sobre las chicanas.