El Ejército admite haber matado a tres manifestantes
Las Fuerzas Armadas de Chile reconocieron que la intervención de sus soldados provocaron la muerte de tres civiles y heridas a otros siete durante las protestas que sacudieron al país en la última semana, en la que según cifras oficiales murieron 19 personas. El “registro de incidentes por uso de la fuerza con consecuencia de lesiones y/o fallecimientos” del Ejército recoge tres casos de muerte entre el 20 y el 23 de octubre, según el documento obtenido por el diario La Tercera, que relata cada uno de los episodios. Según este informe, entre los soldados involucrados en fallecimientos están un recluta y dos suboficiales del Ejército. En el caso del deceso de Romario Veloz, un ciudadano ecuatoriano que murió tras recibir el impacto de un disparo en La Serena, en el norte del país, se investiga a un recluta que cumplía su servicio militar en el Regimiento Nº 21 Coquimbo. Por la muerte de José Uribe, ocurrido en la Ruta 5 de Curicó, una ciudad en la que no se declaró el toque de queda, el presunto autor es un cabo segundo del Regimiento Logístico del Ejército N°1 Bellavista, de la Región Metropolitana de Santiago de Chile. Por último, de la muerte de Kevin Gómez Morgado, en Coquimbo, se responsabiliza a un sargento segundo del Regimiento Nº 21 de esa ciudad. Estos tres casos están siendo investigados por un oficial de Justicia del Ejército. Hasta la fecha, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ha presentado cinco querellas por fallecidos presuntamente a manos de agentes del Estado durante las protestas. A los casos de Veloz, Uribe, y Gómez, se suman las de Alex Núñez, golpeado por Carabineros en la cabeza y el cráneo, y la de Manuel Rebolledo, arrollado por un vehículo militar.