La letra con sangre entra
Todo lo que se puede leer por firma en un cuadro de Michelangelo Merisi da Caravaggio, el pintor nacido en Milán en 1571, es “f michela”. En Decapitación del Bautista, esa obra de 1608 que pintó en Malta, la sangre que brota de la cabeza del santo sirve de fondo para que el máximo exponente del barroco italiano simplifique su nombre. Para la “f” se postulan dos sentidos: fecit o hecho por y Frater, que hay que entender como hermano de la Orden de Malta. Sin embargo, para que Caravaggio llegara a Malta, sangre de verdad debió haber corrido. Entre 1600 y 1606 vivió en Roma y fue considerado el pintor más famoso de su tiempo, mientras recibía los encargos religiosos que le hacían pintar El martirio de san Mateo para la capilla de la Iglesia de san Luis de los franceses y La muerte de la Virgen, esa representación tan particular de María con el vientre hinchado y los pies sucios en su lecho de muerte, entre otros lienzos. Pero lejos de su atelier, Caravaggio era intratable; en una de sus muchas peleas callejeras mató a
n} un hombre, y por eso huyó primero a Nápoles y luego a Malta. Por faltas a la moral y por ser un miembro non grato lo expulsaron de la Orden de los Caballeros y del país y se refugió en Sicilia.
Hosco, perseguido y muy loco regresó a Nápoles e intentó firmar una pax romana que nunca consiguió del todo. Luego de un intento de asesinato por parte de unos desconocidos, con el rostro desfigurado obtuvo el permiso para viajar a Roma en 1610. Se supone que con su pintura David con la cabeza de Goliat pagó al cardenal Borghese para obtener el perdón papal. Poco le duró: en julio del mismo año se anunció la muerte de un cuerpo, en circunstancias desconocidas, pero el cadáver nunca se encontró.