JUAN CARLOS PUIG
Acabo de leer un artículo de Pablo Alberto Bulcourf y de Nelson Dionel Cardozo, de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario, sobre uno de nuestros más importantes internacionalistas, el doctor Juan Carlos Puig, hoy total e injustamente olvidado, tal vez porque tuvo el infortunio de ser el primer y único canciller bajo la brevísima presidencia de Héctor J. Cámpora.
Por supuesto, ello determinó su inmediato reemplazo por un miembro de la Logia P2, Juan Alberto Vignes, lamentablemente designado por el general Juan Domingo Perón en su tercera presidencia, ignorando, o no, sus penosos antecedentes en el servicio exterior años antes, que fueron oportuna y gravemente sancionados, pero sacados a la luz ya fallecido Perón por un diputado en el Congreso de la Nación.
Juan Carlos Puig nació en 1928 y murió en Caracas en 1989, donde se exilió, y seguía enseñando e investigando en la Universidad Simón Bolívar, donde era muy valorado y querido. De él decían los autores arriba mencionados que trataban de indagar sobre la
biografía intelectual de Juan Carlos Puig en su relación con la construcción del campo de las relaciones internacionales en la Argentina, y principalmente en la que podían denominar la “Escuela de Rosario”, de la cual había sido su principal representante y referente. La labor de Puig, agregaban, no solo había consistido en el estudio del ámbito internacional desde un punto académico, sino que tuvo su alcance también en la propia construcción de la política exterior argentina, en la cual llegó a ser solo brevemente canciller, por los avatares políticos tan recurrentes en el país. Su concepción sobre el sistema internacional vinculado al tema de la “autonomía” es considerada uno de los aportes centrales, que marcó la agenda conceptual en el país y en parte de la región, expresándose en la discusión de teorías posteriores, como el realismo periférico de Carlos Escudé.
Emb. Albino Gómez albinogomez@gmail.com.ar