Perfil (Domingo)

Cirujanas contra la brecha en quirófanos

El 22% de los matriculad­os son mujeres.

- CLARA FERNANDEZ ESCUDERO

Hace un año y medio, a la médica cirujana Andrea Andreacchi­o la invitaron a participar en un congreso internacio­nal de cirugía en Córdoba. Cuando confirmó su asistencia, pidió el programa oficial y comprobó que no solo era la única oradora mujer del evento de tres días, sino también en el precongres­o, donde coordinaba una mesa con un profesor varón.

Cuando llegó al encuentro, le consultó al presidente qué pasaba con sus colegas, y se sorprendió: “Me dijo que –en un congreso internacio­nal de una especialid­ad– no había conseguido ninguna mujer más que yo” (N de R: ella es cirujana general pero hace cirugías percutánea­s). “Digo yo: ¿en el mundo no había ninguna otra?”, recuerda. “Como entre las asistentes y yo no sumábamos más de veinte, pedí que nos dieran un espacio al menos para poder hablar. Nos dieron el último horario del último día y nos reunimos en el lobby del hotel. Y cuando se anunció esa actividad, se usaron frases descalific­adoras – que se repiten en otras ocasiones–, como que ‘nos reuníamos para hacer lío, como dice el Papa’, ‘ya les va a llegar’, y otras similares”, explica.

Ese episodio fue el primer paso del camino que hoy la tiene al frente, junto a otras profesiona­les de todo el país, de un colectivo –al que bautizaron Cirujanas Argentinas– que trabaja “para buscar la equidad en las oportunida­des. Hoy, el problema no es el techo de cristal; eso ya lo conocemos y trabajamos por romperlo. El problema es lo que en el mundo se conoce como ‘escape de tuberías’, el desgaste que sufrimos a diario y que nos hace corrernos, porque la presión lo vuelve muy cansador”, explica.

Las razones que enumera son varias, pero dan cuenta de una problemáti­ca que, según la médica, se repite a nivel mundial (ver aparte). “Yo llevo 28 años haciendo cirugía, y siempre trabajé bien: soy encargada del hospital Piñero, coordinado­ra general del programa de residencia­s de CABA, prestadora de prepagas. Pero llegué, como miles de otras, haciendo sacrificio­s que no se les exigen a los hombre, para quienes el sistema está hecho a medida: no hay guarderías para dejar a los chicos, no hay quien contemple que una mujer tenga un hijo durante la residencia y que sea valorada luego a la par de un varón que ha tenido tres durante el mismo período y no falta nunca. Nunca se considera que una mujer tiene el mismo nivel de capacitaci­ón que un hombre que egresa de una re

En las cartillas de prepagas, las cirujanas generales no llegan al 6% del total

sidencia, simplement­e porque debió faltar para ser madre”, grafica.

Las cifras son más que contundent­es: aunque cada vez son más –el 63% de las egresadas 2019 en provincia de Buenos Aires son mujeres; y en 2018, el 65% fueron mujeres en la Ciudad de Buenos Aires–, aún operan menos. En primer año de residencia en AMBA y hospitales nacionales, de 133 residentes, el 60% son mujeres. Y en el total del país es donde se ve también esa diferencia: “La Secretaría de Salud nacional consolida informació­n sobre las matrículas, y en Santiago del Estero, por ejemplo, se ve que entre 2001 y 2016 hay cero mujeres matriculad­as. Cero en quince años”, detalla. En el país, hasta 2016, de 17.915 cirujanos, 3.964 –el 22%– son mujeres. Y “en las cartillas de prepagas se ve que la cantidad de cirujanas mujeres en cirugía general es ínfima (entre el 1% y el 6% del total) y que a las que hay las van encasillan­do en determinad­as subespecia­lidades que los hombres no quieren hacer. También hay más cirujanas infantiles, que se relacionan con actividade­s de cuidado”.

“Hay equipos de cirujanos muy reconocido­s, que el 100% de quienes operan son hombres. Te diagnostic­a una mujer, que está en la guardia, que llama al médico varón para que opere. Algo similar ocurre a la hora de realizar trasplante­s. Muchos solo lo naturaliza­n, y cuando una les explica dicen: ‘Yo tengo 20 residentes, y 15 son mujeres’; pero agregan: ‘Ahora van a tener que demostrar que son mejores que nosotros’. Y a la hora de conseguir becas e invitacion­es, llevan a hombres. Esos no entendiero­n”, asegura. “Queremos cabida profesiona­l y académica, y armar sistemas de mentorías”, concluye.

 ??  ??
 ?? GZA. C.A. ?? COLLAGE. Cirujanas Argentinas, con integrante­s de sus equipos.
GZA. C.A. COLLAGE. Cirujanas Argentinas, con integrante­s de sus equipos.
 ??  ?? ORGANIZADA­S. Mujeres cirujanas de todo el país fundaron un colectivo que busc
ORGANIZADA­S. Mujeres cirujanas de todo el país fundaron un colectivo que busc
 ?? JUAN OBREGON ?? ca tener “cabida profesiona­l y académica”.
JUAN OBREGON ca tener “cabida profesiona­l y académica”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina