Espinas en la transición
Vilma Ibarra: de destrozar a CFK al equipo de Alberto F
☛ Título Cristina versus Cristina
Durante el conflicto con los sectores agropecuarios y luego de la alusión a los “generales multimediáticos”, Cristina comenzó a realizar las primeras rondas de conversaciones para analizar el dictado de una nueva Ley de Radiodifusión que reemplazara a la ley 22.285 que regía desde la época de la dictadura.
El entonces secretario de Medios, José “Pepe” Albistur, había empezado los primeros contactos a principios de abril y simultáneamente se había anunciado, además, la renuncia del titular del Comfer, Julio Bárbaro, que fue reemplazado por Gabriel Mariotto.
La primera actividad vinculada a la Ley de Radiodifusión asentada en la agenda presidencial es de fecha 16 de abril de 2008, cuando Cristina recibió a la Coalición por una Radiodifusión Democrática, que nucleaba a organizaciones sociales, sindicales, de derechos humanos y pequeñas y medianas empresas de medios de comunicación. Esta organización venía trabajando desde 2003 para lograr la sanción de una nueva ley con estándares democráticos y había incorporado sus principales propuestas en los llamados Puntos Básicos por el Derecho a la Comunicación.
Sus integrantes habían sido sumamente críticos de la prórroga de licencias dispuesta por el gobierno de Néstor Kirchner, primero, y de la autorización de la fusión de Cablevisión y Multicanal, después. Tampoco habían tenido contacto formal con el Gobierno que no los había tenido en cuenta hasta que, en el marco del conflicto con el sector agropecuario, fueron convocados para participar en el estudio de una nueva ley.
Pese a que Pepe Albistur, Gabriel Mariotto y la propia Cristina afirmaban que tenían decidido avanzar con ese proyecto, las suspicacias y desconfianzas de estas organizaciones nucleadas en la Coalición eran muchas porque veían posible que el Gobierno utilizara el anuncio de una nueva Ley de Medios para presionar al Grupo Clarín a que modificara su línea editorial, pero que finalmente todo terminara en una negociación.
Gabriel Mariotto, a una semana de asumir su cargo, dijo que “la voluntad de la Presidenta de la Nación es avanzar sobre una nueva ley para desconcentrar el mercado”. Estas palabras resultaban alentadoras para para quienes venían impulsando los 21 Puntos, aunque todavía recordaban que la fusión de Cablevisión y Multicanal dispuesta en el gobierno de Néstor Kirchner había ido, precisamente, en sentido contrario. En la misma entrevista Mariotto dejó en claro la necesidad política del Gobierno al afirmar que “una nueva Ley de Radiodifusión es la madre de todas las batallas”.
Antes de la reunión mantenida el día 16 de abril con la Coalición por una Radiodifusión Democrática no está registrada ninguna otra actividad presidencial vinculada al tema de los medios de comunicación. El mismo Albistur reconoció ese día que el encuentro tenía el objetivo de “empezar a dialogar sobre esta nueva Ley de Radiodifusión”. Otras reuniones sobre el mismo tema tuvieron lugar los días 22, 25 y 29 de abril y luego durante el mes de mayo. En una sucesión ininterrumpida de intervenciones públicas, Cristina comenzó a hacer referencia al diario Clarín, como en otra época lo hacía con La Nación, pero sin aludirlo por su nombre, sino como “el diario de mayor tirada de nuestro país”.
Durante un acto en la Casa Rosada sobre Ciencia y Tecnología que tuvo lugar en mayo, la Presidenta hizo referencia a las inversiones en el área y mencionó logros importantes, para luego señalar: “Son buenas noticias que, por supuesto, no aparecerán publicadas, mañana, en ningún diario… buenas noticias para los argentinos, para la ciencia, para la tecnología, que obviamente serán prolijamente ocultadas y desinformadas a la población […] muchas veces nos encontramos con que no solamente se publican cosas que están mal, sino cosas que no son verdad y entonces ahí estamos ingresando en otro terreno, por ejemplo,
Con la presidenta en el festejo final, y con su delegada para las negociaciones del traspaso del poder.