CAMBIO CONTINUIDAD, LA GRITA EN BOCA
DESPUES DE UNA CAMPAÑA SUCIA Y PEMICA, HOY EL CLUB ABRIRA SUS URNAS EN LA BOMBONERA DE 9 A 18. ESTAN HABILITADOS PARAOTAR 82 MIL SOCIOS. LOS PROYECTOS DE CADA ESPACIO.
Hace muchos años, o quizás nunca en la historia, que un club de fútbol no atravesaba su proceso electoral en un clima tan tenso como el que tuvo Boca estas semanas. Las elecciones que se realizarán hoy en la Bombonera dejaron de todo, y eso que aún falta lo más importante: los votos. Desde carpetazos, operaciones políticas y artilugios legales hasta apretadas o el recurso de apelar a la memoria emotiva. Todo. Y ni siquiera se lo hacía en nombre de la pasión, porque nadie lo creería: ganar Boca, más que pasión, es ganar poder. Se lo dijo uno de los candidatos a este diario: “Boca es la provincia número 25 de la Argentina”.
Ese poder se dirimirá entre las 9 y las 18 de hoy en una carpa especialmente montada en uno de los playones del estadio, en cuyo interior habrá 143 mesas custodiadas por un amplio operativo que incluirá 120 efectivos federales más la seguridad privada. El padrón del club cuenta con más de 82 mil socios habilitados para sufragar: los mayores de 18 años, vitalicios, activos, del interior y exterior del país, todos y todas con al menos dos años de antigüedad.
Otro requisito excluyente para poder votar es tener las cuotas al día, incluso la de noviembre. Los socios adherentes –esa categoría que creó Daniel Angelici para figurar en una suerte de lista de espera– no podrán sufragar.
No es una elección más: la entrada de Juan Román Riquelme en la campaña como candidato a vice segundo de la fórmula que encabeza Jorge Amor Ameal la convirtió en una elección taquillera. De hecho, en un día sin partido en la Bombonera –el equipo de Alfaro jugará en Rosario contra Central– se estima que concurrirán más de 30 mil socios, una cifra que superaría el récord de 26.136 de 2015, cuando Daniel Angelici logró su reelección ante los mismos opositores que hoy: Ameal y José Beraldi.
Ideas. Gribaudo, Ameal y Beraldi coinci- dieron en sus ejes de campa
a: la ampliación de la Bombonera el fútbol profesional fueron dos mas que incluyeron a los tres. ientras que desde el sector de meal –y en menor medida de Bealdi– apuntaron a recuperar alguos valores históricos de un club nacido y criado entre la clase trabajadora y que creció bajo esa premisa: la del club más popular del país. En sus casi 25 años de gobierno ininterrumpido, el macrismo reperfiló esa identidad: mejoró sustancialmente en su faceta deportiva, en sus niveles de ingresos y en su status internacional, pero a la vez se convirtió en un club excluyente: no desarrolló otras disciplinas deportivas ni su faceta social, y se encontró con la dificultad de garantizar el acceso a la cancha. Esa problemática, la de una Bombonera cuya capacidad es muy inferior a la cantidad de socios, tiene dos soluciones a la vista: desde el oficialismo buscan una mudanza o, en su defecto, la ampliación hasta llegar a 100 mil espectadores; mientras, la oposición promueve el Proyecto Esloveno, que consiste en tirar los palcos, comprar frentes de Del Valle Iberlucea y construir la nueva tribuna por encima de esa calle.
Para el fútbol, los nombres varían según el candidato: Riquelme es el hombre de Ameal, Gabriel Batistuta el elegido por Beraldi, y Nicolás Burdisso –actual secretario técnico– por Gribaudo.
Barro. La campaña sucia recrudeció en los partidos frente a Unión y Argentinos, donde hubo guerra de cantos en las tribunas: mientras que el sector de la barra bancaba al oficialismo, en las tribunas que dan al Riachuelo gritaban por Riquelme. Pero lo más curioso sucedió afuera. Ese día, las paredes del barrio de La Boca se llenaron de carteles con la cara de Ameal y la frase “El peor presidente de la historia”. Para colmo, la agrupación de Ameal repartió máscaras con la cara de Riquelme, pero los controles no le permitieron a los hinchas entrarlas.
Enojado por esa orden, Riquelme disparó fuerte contra Angelici y Gribaudo al poner en duda su simpatía por los colores de Boca: “Tengo que pensar que uno es de Huracán y el otro de Independiente”, lanzó el ex futbolista.
Desde el angelicismo acusaron a Riquelme de haber pedido dinero a cambio de su adhesión política. El primero que había sugerido esto fue Beraldi: “Román nos pidió algo inaceptable”. Pero no fue la única acusación lanzada en la campaña, ya que desde la agrupación de Ameal también deslizaron la posibilidad de que ocurran problemas durante la votación. “Puede pasar algo raro”, “vayamos a votar temprano por las dudas”, son algunas de las frases que repiten Ameal y Riquelme. Algo que, como siempre, terminará hoy, cuando los votos entren en las urnas y uno de los tres se convierta en el nuevo rey bostero.