Albertonomics
Es imprescindible impulsar la inversión productiva. No alcanza con el consumo para revitalizar la economía.
en un contexto de emergencia, pero se complicará si se extiende a lo largo del tiempo, sobre todo si la economía no vuelve a crecer como mínimo al ritmo del crecimiento de la población (aproximadamente el 1,1%). Por eso, el planteo inicial del Gobierno fue por 180 días, esperando que para mediados de año se observen signos de mejoría. En este sentido hay que volver a mirar el PBI a los efectos de observar cuáles son los elementos que están en juego y cómo podrían modificarse para salir de la parálisis que dejó la gestión anterior.
Si bien hay varias formas de calcular el producto bruto interno, su formulación keynesiana indica que es la sumatoria del consumo de los hogares, la inversión del sector privado (formación bruta de capital fijo), el consumo del sector público, las exportaciones, a lo que debe restarse las importaciones. En Argentina, el consumo privado ocupa aproximadamente del 70% de la llamada oferta global (PBI más las importaciones), pero las inversiones del sector privado solo son el 18%.
Uno de los problemas ocultos de la economía argentina es precisamente la baja inversión del sector productivo. Sin inversión no hay empleo, ni nueva oferta de productos, y se transforma en una de las causas estructurales de la inflación, porque ante cualquier reactivación de consumo, la respuesta es el aumento de precios. Macri pensaba que con su presencia promercado, las inversiones lloverían como maná del cielo; quizás Fernández pueda plantear otra estrategia para lidiar con esta pata corta de la economía argentina.