En un principio, Nisman desestimó la investigación
La primera reacción del entonces fiscal de la UFI AMIA, en pleno marzo de 2011 fue muy diferente a la que haría cuatro años más tarde. En un reportaje concedido al periodista Hernán Dobry dijo que: “El hecho que plantea la nota (de Eliaschev) es absurdo, descabellado y de imposible cumplimiento. Hacía tiempo que no leía algo tan disparatado”. Argumentó sus presunciones con el siguiente comentario: “Los iraníes no resultan creíbles en nada de lo que dicen y hacen, pero no me sorprende que puedan plantear algo así. Ellos creen que todo se maneja como su gobierno teocrático en donde el líder espiritual dice algo y todo el mundo obedece. Yo ya expliqué que no es así, que el Poder Judicial se maneja por unos carriles, el Poder Ejecutivo por otro, y hay una investigación independiente ajena al Poder Ejecutivo más allá de que ese poder ha hecho mucho reclamando las extradiciones y las capturas y juicio en un tercer país”.
También opinó que: “Es absolutamente imposible que el Ejecutivo ejerza una acción así. No basta una orden de ese poder para que un fiscal deje de investigar, para que un juez deje de hacerlo. Esto no es así. Podrá ser en Irán, pero aquí no puede ser. Para que quede claro: es absolutamente falso que el Gobierno esté detrás de eso. Pero para seguir por la vía del absurdo, si fuera cierto es algo totalmente imposible. Es como si yo dijera: me subo arriba de una escalera y voy a tapar el sol con las manos. Es de locos. Y me llama la atención en este periodista que no conozca una circunstancia así. Puede haber un documento de los iraníes que afirme que es una negociación política”. Antes de morir, el mismo fiscal reconoció que el periodista tenía razón.
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