Un eterno atormentado que se viste con los modos del noir moderno
En su séptima temporada, el justiciero Ray Donovan (Liev Schreiber) regresó más dispuesto que nunca a profundizar en sus zonas más oscuras, a enfrentar su pasado y a pedir perdón si es necesario a su padre (gracias a esa extraña relación de desprecio que los une). Aunque el personaje paternal que interpreta el inigualable Jon Voight, todo un hito en la carrera del padre de Angelina Jolie y que accedió a la fama con Perdidos en la noche (1969), no deja de ser un desafío a sus hijos: muere y vuelve a renacer en los primeros capítulos de esta temporada, cuando se incendia el micro que lo trasladaba a una prisión del Estado.
Radicado en Nueva York y sin Lena, su asistente todoterreno que regresó a Los Angeles, Ray pasa sus días analizando su vipesadas da con el doctor Arthur Amiot, a cargo del legendario Alan Alda. Un personaje que padece de Parkinson, como su hermano ex boxeador, que ahora intenta probar la ayahuasca recetada por un nuevo gurú. Dispuesto a intentar ayudar a su familia y cargando con un pasado en el que coinciden el crimen y la pederastia, el justiciero al que le presta su máscara imperecedera Liev Schreiber ha logrado ser una original creación: un personaje dispuesto a todo por un puñado de dólares, que continúa con su misión de ejercer de redentor de cuanto millonario en problemas haya.
Si en las primeras temporadas sus clientes eran figuras de Hollywood, desde deportistas hasta actores, ahora la tentación por la política lo enfrenta a un alcalde y luego a un cantante de 17 años, al que las madres de sus fans intentan chantajear.
Mientras el viejo Mick resucita como un fantasma, cuando todos lo daban por muerto, y vuelve a meterse en problemas, arrastrando al hermano de color de los Donovan, otro de los hermanos vuelve a reflotar viejos fantasmas del pasado. Ray parece intentar volver a enamorarse de una mujer cuya hermana fue su niñera.
Ray Donovan acrecentó su interés en esta temporada, intentando jugar otras cartas más sumando nuevos personajes y un acercamiento a la estética de los film noir, donde los límites entre el bien y el mal exhiben fronteras demasiado estrechas.
La serie creada por Ann Biderman le permite a Showtime continuar con su línea de polémicos y atractivos personajes, como lo fue Dexter, el siniestro fiscal y el financista de Billions, o el audaz protagonista de Californication interpretado por David Duchovny.