El peronismo llega unido al primer test electoral
En Río Cuarto, el PJ selló la unidad entre schiarettistas, albertistas y camporistas. La Casa Rosada le prometió al candidato Juan Manuel Llamosas reactivar las obras paralizadas. El radicalismo llegará dividido a los comicios.
Cuando el intendente entró a la Rosada, la unidad ya estaba definida. Al irse, se oficializó. En el medio se concretó lo negociado previamente: el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, le prometió reactivar las obras que habían quedado paralizadas bajo la administración macrista. En Río Cuarto, la segunda ciudad cordobesa en cantidad de habitantes, habrá un candidato único para la gran familia peronista. Schiarettistas, albertistas y camporistas irán detrás del aspirante a la reelección: el intendente Juan Manuel Llamosas.
El próximo martes se empezará a formalizar el dato: es el día del cierre de las alianzas. La fuerza Hacemos por Córdoba englobará a las distintas tribus y distritos del peronismo. El 10 de febrero se realizará la presentación de listas. La elección, el 29 de marzo. Río Cuarto arrastra una particularidad: el desfasaje de su cronograma electoral la ubica como el primer test de cada ciclo presidencial. En este caso, contará con un plus: se tratará de un ensayo municipal sobre la unidad
El senador Carlos Caserio fue uno de los principales operadores de la
alianza hasta que duela, como predica Alberto Fernández.
“Vamos a seguir trabajando junto al gobierno nacional y provincial para poner a nuestra ciudad en el lugar que nunca debió perder”, tuiteó Llamosas, a la salida de la cita con Wado de Pedro. El encuentro se hizo el miércoles pasado.
En marzo de 2016, Llamosas interrumpió 12 años de gobierno radical. Con un Mauricio Macri todavía novedoso y el kirchnerismo golpeadísimo, eligió interpretar la victoria como un “fenómeno local”. En esa elección, sin embargo, el kirchnerismo ya formaba parte de su boleta: de los nueve concejales electos, dos estaban alineados con el cristinismo. En adelante se repetirá (y quizá profundizará) un reparto de cargos similar.
Ahora, el coqueteo de Llamosas con el albertismo ya no le
Baja la APP resulta un hecho vergonzante. O no tanto, al menos: Córdoba sigue siendo una provincia reactiva hacia la vicepresidenta. Río Cuarto, además, es una ciudad con aires conservadores y economía rural.
Durante la campaña presidencial, Llamosas recibió tanto a Macri como a Alberto Fernández. Pero se mostró ligeramente más cercano al candidato del Frente de Todos. A Fernández, a diferencia de la actitud que tuvo con el líder del PRO, lo recibió en su despacho. Fue un pequeño gesto dentro de la estrategia prescindente que había elegido su referente, el gobernador Juan Schiaretti.
Uno de los principales operadores de la unidad fue el senador cordobés Carlos Caserio, suerte de embajador de Fernández en la rosca provincial. El movimiento contó con el aval de Schiaretti, pese a que sostiene su postura neutral.
En la vereda opositora, el radicalismo competirá dividido, con un sector de la UCR alejado de Juntos por el Cambio. Las encuestas preanuncian una victoria cómoda de Llamosas. En caso de concretarse, varios dirigentes se anotarán el triunfo como propio. Entre ellos, Fernández, Schiaretti y Llamosas, quien aspira a suceder al gobernador en 2023. www.kioscoperfil.com
n