Irán a un penal donde el rugby es el deporte que más se practica
La fiscal a cargo del caso, Verónica Zambroni, había solicitado cupos en algún penal del Servicio Penitenciario Bonaerense para alojar a los diez rugbiers detenidos desde el sábado 18, que por el momento se mantienen repartidos entre la comisaría 1a de Pinamar y la 4a de Villa Gesell. Finalmente, se estableció que sean instalados el mismo martes, después de la última rueda de reconocimiento, en la Unidad 6 de Dolores, que liberó camas el miércoles y cuenta con el espacio suficiente.
Dicha cárcel, una de las más antiguas del país, se inauguró el 27 de enero de 1887 y en 2018 alojó a 3,4 personas cada una plaza. Pese a que tiene capacidad para 188 personas, judicialmente se amplió a 370 y en la actualidad duermen 937 internos, lo que hace una sobrepoblación de 398%.
Si bien cuenta con una escuela y un convenio con la Universidad de Mar del Plata que les permite a los presos estudiar Derecho, se encuentra “muy deteriorada, y hay poco trabajo y estudio. Hay hacinamiento extremo, las celdas son muy chicas y las que tienen capacidad para dos internos alojan hasta cinco”.
Para aquellos que quieran dedicarse a alguna actividad, se ofrecen oficios de plomería, herrería, mecánica, fabricación de portones y la junta de residuos. Dicen las fuentes que tanto el Sector de Aislamiento (donde van aquellos de mal comportamiento) como el de Sanidad “no cuentan con los recursos mínimos”, mientras que los internos denuncian “torturas y trato cruel, inhumano y degradante”, y en diciembre realizaron una huelga de hambre.
Ante esto, dos organismos presentaron reclamos a la Justicia y a la gobernación, ahora en manos de Axel Kicillof, sobre las condiciones de detención.
Los deportistas acusados de matar a Fernando Báez irían al sector de la alcaidía, donde no tendrían contacto con el resto de la población, cuya buena cantidad de sus habitantes, paradójicamente, practica rugby, la disciplina con más adeptos. La Unidad 6 es la casa de uno de los equipos carcelarios más populares, denominados Los Dragones.
El proyecto para crear este club se inició en 2012 de la mano de Federico Rojas y Mauricio Barroso, jugadores de Pampa Rugby Club de Dolores, y continúa hasta hoy. De hecho, el Seven de Rugby por la Inclusión y la Reinserción se disputa desde hace seis años en la mencionada cárcel, y suelen participar equipos representativos de otras unidades.