Solo buenas intenciones

El sueño de Kasi Kasi

Autora: Margarita Eggers Lan Género: Literatura infantil Otras obras de la autora: Penélope, Maru, la distraída, Historias al vesre Editorial: Norma, $ 355

En un país donde la producción de literatura infantil raya lo industrial, es asombroso que existan tan pocos clásicos literarios dentro del género. Tal vez esto se deba a que la mayoría de los libros que leemos son productos domeñados por los editores. Fórmulas dirigidas al mercado docente, sin ánimo de romper moldes, sino, por el contrario, de adaptarse a ellos.

El sueño de Kasi Kasi, a pesar de algunas buenas intenciones por parte de Margarita Eggers Lan, no funciona. Los personajes son tópicos hasta la mediocridad, las aventuras no cuajan entre sí y la ternura que pretende despertar su lectura deja frío al lector.

Joan y Rocío son los dos niños que llevan adelante la novela. El primero es un nene casi ciego que presiente el mundo a través de otros sentidos y la segunda le sirve de lazarillo, al tener exacerbadas sus percepciones y ganas de vivir. La aventura, entre otros pequeños episodios o subhistorias, es un viaje hacia un desierto oculto y el encuentro con un ave, que se llama “Ave real” y que no es otra cosa más que un pavo real, gigantesco y ostentoso (lo cual es decir mucho), que sirve de excusa para que los personajes (y, a través de ellos, los lectores) vuelen con su imaginación. Lo que se defiende, al final, es la fantasía. Las cosas “que no es posible ver con los ojos abiertos”, sostiene la autora.

La intención es correcta, pero el desarrollo es pobre, y absurdamente contradictorio, al percibirse que lo que menos abunda en el libro es una buena historia fantástica. El mundo de Kasi Kasi balbucea ganas de ser algo más, es un intento que no llega a buen puerto, y se queda, como su título, en “kasi” nada.