Esa otra mujer
Con su agenda casi día a día, estos cuadernos constituyen un complemento perfecto a la novela: tanto que su presunta espontaneidad puede parecer demasiado providencial.
Historia de una investigación
Autora: Enriqueta Muñiz Género: Periodismo Otras obras de la autora: 20 cuentos infantiles, Emaciano en el umbral, Memorias de un peón de ajedrez, La prensa argentina en tiempos de guerra Editorial: Planeta, $ 1.250
Entre diciembre de 1956 y junio de 1957, la joven Enriqueta Muñiz, de 22 años, colaboró con Rodolfo Walsh en la reconstrucción de los fusilamientos perpetrados en José León Suárez la madrugada del 10 de julio de 1956; trabajo cuyo resultado fue
Operación Masacre. Es bien sabido que él le dedicó el libro y elogió fervorosamente su labor, pero lo que se desconocía hasta ahora es que ella había escrito también una suerte de diario personal de ese trabajo compartido.
Lo hizo en dos cuadernos escolares de hojas cuadriculadas en los que detalló todas las peripecias de la investigación, junto a sus propias observaciones, comentarios y reflexiones personales. Este material invaluable, nada menos que la “cocina” de la obra maestra de Walsh, permanecía guardado por la familia de Muñiz, quien falleció en 2013, y se publica ahora con el título
Historia de una investigación
(Planeta) gracias a la iniciativa del periodista Diego Igal, autor también de la introducción.
Un mérito indudable de este documento es haber registrado en tiempo real el gran salto de calidad de Walsh, quien a los 29 años todavía batallaba por un lugar en el violento oficio de escribir.
A los ojos de ella –de prolífica trayectoria posterior como periodista y escritora–, él aparece como un hombre apasionado por su causa, pero a la vez astuto y calculador; tan hábil para conseguir fuentes y documentos como para tejer alianzas estratégicas en el mundillo editorial y periodístico de esos años– por cierto plagado de celebridades.
Y el resultado final la deslumbra: “Walsh mezcla su más fino humor y sus sarcasmos más sangrientos con un lirismo conmovedor. Por momentos, las vidas de esas gentes humildes se me aparecen como una epopeya”.
Con su agenda casi día a día, estos cuadernos constituyen un complemento perfecto a la novela: tanto que su presunta espontaneidad puede parecer demasiado providencial. Pero quizás esto se deba a que su autora comenzó a escribirlos a modo de recapitulación recién cuando la investigación ya podía considerarse exitosa –según deduce Daniel Link en el prólogo– y por lo tanto se podía intuir su trascendencia.
Pero el texto puede leerse también como la experiencia iniciática de una jovencita que aún vivía con sus padres sumergida de prepo en la cloaca de la violencia estatal. De hecho, sus páginas testimonian cómo en ambos se operó una transformación pro
porcional a los hallazgos de la investigación: “Nuestra maravillosa novela policial nos quedaba grande, nos desbordaba. Había que abandonar o agrandarse –anota, y agrega–: No lo dudamos un segundo: nos agrandaríamos”.
Al mismo tiempo, a medida que sus entrevistados dejaron de ser una masa amorfa de “fusilados que viven” (ese oxímoron insoportable) para constituirse personas tangibles, también ellos, demócratas bienpensantes opuestos al peronismo, pero ávidos de Justicia, conocieron el otro lado de la grieta: “¡Y quieren que dejen de ser peronistas! ¡Si Perón les dio una casita con flores y éstos vienen a sacarlos de ella para llevarlos a un baldío y matarlos como a perros!”, transcribe ella la indignación de su compañero.
Cabe destacar que al valor intrínseco de este testimonio se suma la decisión de reproducirlo en forma facsimilar, de modo que el texto de Muñiz se lee en su propia letra manuscrita, perfectamente entendible. Son casi cien páginas de una grafía apretada y uniforme que casi no deja espacios en blanco; y como el formato de volumen se adapta al de su soporte original, el producto redunda en un atractivo libro objeto.
A modo de anexo, se incluyen también fotos de los protagonistas y los facsímiles de varias cartas mecanografiadas que Walsh le envió a su amiga con cuentos, poemas, misceláneas y sentidas declaraciones de amor. Testimonios de una pasión vistos como si se hurgara en una caja de recuerdos.