UNA VUELTA DEMASIADO OPACA MASCHERANO ESTUVO CONDICIONADO POR UNA AMARILLA, PERO LE ALCANZO PARA CUMPLIR
SAN LORENZO Y ESTUDIANTES VOLVIERON A LA SUPERLIGA PE NO MOSTRARON CASI NADA: EMPATARON 1 A 1 POR LOS GOLES DE PITTON Y RETEGUI. EN SU REGRESO AL FUTBOL ARGENT O TRAS 15 AÑOS, MASCHERANO CUMPLIO UNA BUENA TAREA.
Volvía la Superliga. Volvía Mascherano a la Argentina después de 15 años. Volvía a abrirse el Nuevo Gasómetro después del receso. Pero la verdad, para que volviese de verdad el fútbol hubo que esperar bastante. Todo el primer tiempo, para ser más preciso. ¿Por qué? Porque la primera parte del San Lorenzo-Estudiantes fue como si no hubiese vuelto nada: aparecía como “el” partido del sábado, uno de los más interesantes de la fecha por varias razones. Sin embargo, durante los primeros 45 minutos aburrieron a todos. Y encima a eso se le agregaron dos cortes de luz: uno que interrumpió el encuentro durante nueve minutos, y otro en el entretiempo que demoró el reinicio.
Pero si el primer tiempo fue aburrido, el segundo fue todo lo contrario. La mezquindad se diluyó y los dos equipos empezaron a protagonizar acciones de gol o jugadas más o menos elaboradas.
¿Qué fue lo más novedoso? El debut de Uvita Fernández en San Lorenzo mostró algunos indicios esperanzadores. Se movió e intentó participar, igual que los dos Romero. La cuestión es que Estudiantes, como bien lo marca su historia, fue un perro de presa: anuló prácticamente a su rival en la zona de creación, y a partir de allí se sintió cómodo. Es cierto, casi no avanzó, casi no jugó, pero así y todo pudo hacer un gol con una media vuelta de
Cauteruccio.
La jerarquía de Mascherano se evidenciaba en algunas jugadas, destellos o toques puntuales (como el que dio en el gol de Retegui), pero el excapitán de la Selección también quedó condicionado por una amarilla temprana, a los 21 minutos. Le alcanzó para demostrar que tiene un nivel superior a la media. Después, cuando terminó el partido y tuvo que dar una reflexión sobre su regreso, recordó que todo era distinto en 2005. “Pero por la edad”, dijo entre risas.
El partido, que había mejorado, tuvo su primer gol luego de una hermosa jugada del Ciclón que definió Pittón tras un pase de Fernández. Pero la alegría duró poco: cinco minutos después, un pelotazo de Mascherano y una flojísima reacción de Torrico y Coloccini hicieron que Retegui convirtiera el empate. Ese gol, esa igualdad, reseteó el partido: y lo que había mejorado volvió a su fase inicial. Mucha marca, mucha fricción, y poco fútbol. Así terminó todo.