Renovables sin certeza
Mientras se discute si el modelo de extracción de petróleo será el fracking o el tradicional, el uso de recursos naturales puede ser una solución eficaz y duradera.
Cuál es el panorama para las renovables? Estamos en los primeros días del nuevo gobierno y con los equipos aún en conformación son pocas las certezas que tenemos sobre las perspectivas del sector.
La política económica. Las señales indican que el foco estará puesto en la generación de empleo Pyme y en la recuperación del consumo. También hay consenso en que se limitarán las importaciones a los insumos indispensables y se intentará al mismo tiempo potenciar las actividades que generen divisas.
El hecho de que la Secretaría de Energía esté bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Productivo nos sugiere que la política energética va a estar alineada con los objetivos de industria y empleo. Sabemos también que una de las prioridades del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación es propiciar la transferencia de tecnología para potenciar a las Pymes.
No es un juego de suma cero. Las renovables irrumpieron en nuestro sector energético hace relativamente poco tiempo y aún hay tensiones entre los jugadores. En esta pulseada, las empresas no diversificadas realzan las ventajas propias y los defectos ajenos. Unos postulan que Vaca Muerta no solo significa olvidarnos de la importación de combustibles, sino que nos permitirá exportar y generar divisas. Por otro lado mantener el ritmo de incorporación de renovables a la matriz energética significa importaciones de bienes de capital e inversiones en la infraestructura de transporte. Concluyen entonces que ésta no es la coyuntura para las renovables. Las empresas con inversiones en energías renovables destacan que hay contratos firmados, obras en marcha y personas contratadas. Más importante que las obras, son los compromisos ambientales afirman, tenemos que pensar en el planeta que dejamos a nuestros hijos. Nos estamos consumiendo el presupuesto en carbono para no superar los 1,5° C de incremento de temperatura y no podemos seguir perdiendo tiempo. La transición tiene costos, pero la buena noticia es que las renovables generan mucho empleo. Las pequeñas empresas de industriales suman a la polémica observando que ni Renovar ni Vaca Muerta han hecho mucho por el desarrollo de las Pymes y el contenido local.
Esto es algo peligroso porque todos tienen argumentos válidos. Si una visión prevalece, vamos a dejar asuntos vitales sin atender. Perdemos todos.
Menos combustible más tecnología. Todos los países del mundo disponen en alguna medida del sol, viento, cauces de agua o biomasa.
Las tecnologías renovables están alcanzando costos por unidad de energía que pueden competir con cualquier generación tradicional.
Las energías renovables son intermitentes y transformadas. Intermitentes porque está sujeta a fluctuaciones que no controlamos, transformada porque para muchos usos debe convertirse (en energía eléctrica por ejemplo). Esto implica que para poder incorporarlas a nuestro sistema eléctrico se requiere equipamiento de conversión y acumulación.
En un escenario donde todos los países disponen del recurso, pero no todos tienen la tecnología para convertirlo, podemos pensar que el negocio de la energía será cada vez menos un negocio de combustibles y cada vez más de innovación.
Innovación y desarrollo sustentable. Paul Romer ganó el Nobel de Economía probando la relación entre el crecimiento sostenible de los países y la capacidad de su economía para generar nuevos productos a partir de la investigación y el desarrollo. La innovación y el capital humano generan externalidades positivas en toda la economía. Demostró también que las políticas públicas pueden lograr un equilibrio entre el estímulo a innovar y la velocidad de la adopción de las nuevas tecnologías.
En el Consenso de Copenhague otro grupo de ganadores del Nobel se reunieron para establecer cuáles son las formas más efectivas de revertir el cambio climático. La investigación y desarrollo en energía ocupó el número dos entre las 15 soluciones más promisorias.
Sumando estas ideas podemos concluir que en el largo plazo, nuestro medio ambiente y nuestra economía dependen de la innovación científica.
Riquezas energéticas: Junto con el gas de vaca muerta, el viento patagónico, el sol del norte y el litio de Jujuy, Argentina dispone de científicos de clase mundial y una fuerte cultura emprendedora. En el nuevo contexto ésta puede ser nuestra principal riqueza energética.
La oportunidad: Si la energía es cada vez más renovable y cada vez más distribuida, nuevos nichos van a surgir para que nuevas empresas puedan exportar innovación.
La transición energética es una oportunidad para lograr crecimiento sostenible, Pymes exportadoras y empleo de calidad.
Sin desatender los problemas urgentes, quizás podamos destinar recursos a financiar innovación y transferir el conocimiento del sector científico a las Pymes.
Con estos cambios estructurales quizás podamos suavizar los ciclos de la economía y el clima.
*Coordinador de la comisión de generación distribuida de la Cámara Argentina de Energía Solar