Kicillof extrema la negociación en la antesala del ‘día D’
Mañana vence el plazo para que los tenedores del BP21 acepten cobrar el 1º de mayo. Ofertas contrarreloj para captar al 75% de los bonistas. El apoyo de Alberto.
“Los acreedores deben entender que solo se pide tiempo”, dijo el presidente Alberto Fernández desde Roma sobre la negociación de la provincia de Buenos Aires con los bonistas.
El reperfilamiento del BP21, el bono provincial que venció el 26 de enero, pero que el gobernador Axel Kicillof busca estirar hasta el 1º de mayo tiene mañana su prueba de fuego. Incialmente la fecha límite era el viernes pasado, pero ahora hay tiempo hasta este 3 de febrero a las 13 horas para adherir a la propuesta. En rigor, por el plazo de gracia, el límite para pagar es el 5 de febrero, como anticipó el mandatario bonaerense desde Israel la semana pasada.
Desde la gobernación aseguran que se extremarán las medidas de negociación porque no se quiere un default bajo ningún concepto y consideran que poner como plazo el lunes fue “prudente”. En
Roma, Fernández le transmitió a sus acompañantes que se hará todo lo posible por evitar el default. El último recurso no deja de ser un auxilio de Nación, aunque el ministro de Economía de Alberto, Martín Guzmán, descartó la posibilidad de un rescate. Por un lado, porque habilitaría al resto de las jurisdicciones a pedir el mismo auxilio que la provincia de Buenos Aires. Pero también porque se encuentra encarando su propia negociación de deuda.
Esta semana, Guzmán presentó el cronograma y se espera una oferta a los acreedores para mediados de marzo.
En ese sentido, la estrategia de la Provincia, si bien se aseguró que estaba coordinada con la Nación, generó tensiones con el Palacio de Hacienda, mientras que Fernández buscó mostrar su apoyo al ex ministro de Economía de Cristina Fernández, tanto al compartir el viaje a Israel la semana pasada como en sus declaraciones desde Roma y el pedido de tiempo.
Los bonistas, por su parte, pueden ser endulzados con algún aditivo, como la oferta para pagar parte del capital que habría acercado, según publicó PERFIL en su edición de sábado. También está la alternativa de un crédito puente para cumplir con el pago y evitar el default si no llegan a reunir el visto bueno del 75% de los acreedores.