John Wayne y los puentes de Madison
Tierra natal del mítico John Wayne, el estado de Iowa vive su día de gloria una vez cada cuatro años cuando inaugura el proceso de primarias en el que demócratas y republicanos eligen a sus candidatos presidenciales.
Se trata de un estado mayoritariamente rural, de vastos maizales y grandes praderas, en el corazón del país.
Tiene una superficie de 145.740 kilómetros cuadrados, en los que hay más de 86.900 granjas con una media de 144 hectáreas. El 88% del estado es cultivable, lo que supone uno de los mayores porcentajes de todo el país, según datos del gobierno.
Lidera la producción de maíz, soja, cerdos y huevos y ha sido la principal víctima norteamericana de la guerra comercial que Donald Trump le declaró a China que, hasta hace dos años, consumía un tercio de toda la soja que produce el estado.
Los aranceles de represalia impuestos por Beijing provocaron pérdidas millonarias a sus granjeros.
Curiosamente, el presidente de China, Xi Jinping, tiene una particular relación con Iowa: visitó el estado por primera vez en 1985 cuando era una figura de creciente importancia dentro del Partido Comunista chino y volvió como vicepresidente en 2012, cuando fue recibido con una majestuosa cena de gala.
Y el actual embajador norteamericanao en Beijing, Terry Brandstad, es un ex gobernador de Iowa.
Entre las interminables praderas de maíz y soja sobresale la casa en la que nació John
Wayne en 1907. Está en la pequeña ciudad de Winterset y se ha transformado en un museo en tributo al actor, un “duro” que presumió de ser uno de los republicanos más prominentes de Hollywood por su fiero anticomunismo.
Madison, el condado donde está la ciudad en la que nació Wayne, también presume de otros símbolos: el libro y la posterior película Los puentes de Madison. Desde el estreno del film en los años 90, los puentes cubiertos de Madison se han convertido en una parada obligatoria para los cinéfilos.