Murió un adolescente: todos somos culpables
Sigmund Freud dijo que la salud mental estaba caracterizada por la capacidad de amar y de trabajar. Para el autor, ese paradigma tiende a caer. Y en ese derrumbe, la cultura juvenil genera códigos que pueden terminar muy mal.
hoy vivimos en una época de replanteos y caída de estereotipos, pero en términos generales también podría decirse que el amor dejó de ser una experiencia determinante en la vida juvenil. Freud decía que la principal tarea de un adolescente era enamorarse. Esta idea hoy resulta ingenua, pero el motivo es importante: en el enamoramiento adolescente se revive la relación de dependencia inicial con el primer otro cuidador; es decir, es la oportunidad de volver a vivir ese vínculo (transido de celos y posesividad) para reelaborarlo y encontrar una forma más libre de relacionarse amorosamente. Por eso, como me gusta decir, para deconstruir el amor es preciso dejar la adolescencia atrás; esto es algo que ocurre cada vez menos, en un tiempo en que la adolescencia se desplazó hacia los 30 y 40 años, mientras que los jóvenes miran con desencanto el modo en que aman los suafortunadamente
buscaron por Facebook. Vieron que tenía un tatuaje y a partir de ahí lo identificaron en la rueda de reconocimiento. Hasta dudo que haya tenido un tatuaje el verdadero autor del hecho. Una vez que dijeron eso, fueron detrás de esa mentira y la sostuvieron”. Puntualizó que en el debate también “se contradijeron” y lamentó que Carballo tenga un tatuaje en forma de lágrima debajo del ojo, en el mismo lugar en que el presunto autor del ilícito tiene “un lunar”. Además, hay otros dos aspectos fundamentales. “Van Damme declaró que sabe reconocer entre un revólver y una pistola, y dijo que mi marido tenía una pistola. Pero era mentira, porque la Policía encontró en su casa una vaina servida 9 milímetros, que no coincidía”. Y, como si fuese poco, está el tema del color de piel: “Buscaban a un hombre de tez blanca y como Braian es morocho los damnificados dijeron que se había vuelto más oscuro. Una incongruencia total”.
Estas evidencias y otras tantas –como videos y escuchas de los responsables del robo admitiendo el hecho– fueron
Carballo tiene audios probatorios del verdadero delincuente, pero no los reciben
presentadas por Rosana a Dragonetti, quien sin embargo no las mostró en el juicio. “Me estafó y lo denuncié”, expresó la mujer. Finalmente, Carballo fue condenado a 12 años por los jueces Emilio Vandemberg, Laura Altamiranda y Brenda Madrid, del TOC 6 de Lomas de Zamora, por “robo calificado”.
El actual letrado que los representa, Juan Manuel Casolati, indicó que “la denunciante mintió y le hizo incurrir al tribunal en un error judicial porque lo condenaron por ese testimonio. Cuando tomo la causa y le muestro al tribunal el error inducido por este falso testimonio, el Poder Judicial no solo no lo subsana, sino que se encierra en sí mismo para proteger su propio error”. Rosana, en tanto, detalló que su esposo “está destruido. Yo pierdo la esperanza día a día. Llegué hasta la Corte Suprema y quiero llegar a la Corte Internacional”.
Y aseveró que “la Justicia es mala. No sé qué pasa con los jueces. Yo no busco hacerle juicio al Estado ni dinero. Solo quiero que Braian salga de la cárcel. Por más plata que me den, me mataron en vida, me arruinaron. ¿De qué me sirve el dinero si no puedo reconstruir lo que ya me destrozaron?”.