Una encuesta dice que los ‘ni-ni’ se deben a causas estigmatizantes
misos globales asumidos por el Ejecutivo porteño, desde el 2016 Escuelas Verdes inició estudios de factibilidad y relevamiento en más de seiscientas escuelas de la Ciudad de todos los niveles educativos para la instalación y generación de energía solar en terrazas bajo el proyecto “Parque Solar Escolar”. Esos estudios permitieron detectar más de 140 edificios escolares de la Ciudad que cuentan con las condiciones necesarias para la instalación de módulos fotovoltaicos, con un área estimada de 145 mil m2 y una potencia sumada cercana a los 13 MW (13 mil kw).
“Es un hito para la Ciudad y para el país porque es el primer edificio público que inyecta energía a la red. Esta iniciativa tiene que servir de puntapié para que empecemos a pensar maneras alternativas que cuiden el ambiente en el que vivimos”, dice a PERFIL Santiago Andrés, subsecretario de Tecnología Educativa y Sustentabilidad del Ministerio de Educación porteño.
La escuela primaria Nº 15 fue elegida en el marco del proyecto ganador de BA Elige Nº 12.535 “Módulos fotovoltaicos Comuna 11” que surgió en la Escuela de Educación Media N° 3 en manos del docente y vicedirector Félix Alban.
nSegún datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (Indec), hay más de un millón de jóvenes en el país que no estudian ni trabajan. Se los conoce como los “ni-ni” y el dato surge de la última Encuesta Nacional de Jóvenes, que se realizó en 2014. A partir de un informe que realizó la Fundación Cimientos en conjunto con la consultora económica Isonomía, la mayoría de la población considera que las razones por las cuales los chicos argentinos “no hacen nada” se deben a ocio y vagancia, pero también a motivos estigmatizantes, como el consumo de drogas y alcohol.
Pero otro estudio hecho por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) afirma que la mayoría de ellos no continúa la escuela ni tiene otra labor porque deben cuidar a algún familiar. Por su parte, los especialistas en educación cuentan que para llegar a la solución del problema, “se debe medir en generaciones, no en años”.
Ante la pregunta de Cimientos e Isonomía de “¿A qué cree usted que los jóvenes “ni-ni” dedican su tiempo?”, el 15% respondió ocio o vagancia, el 14% sugirió la delincuencia y recién el 10% dijo que se encuentran en la búsqueda de trabajo. Luego, otro 9% contestó que consumen alcohol o drogas y el 6% sentenció que están en la calle. Los encuestadores concluyeron así que el 63% de los argentinos estigmatiza a los jóvenes que se encuentran sin estudiar y sin trabajar.
Para desterrar el mito sobre los “ni-ni”, Cippec realizó el informe Jóvenes que cuidan: impactos en su inclusión social. Allí, se afirma que, en verdad, el 67% de estos adolescentes se trata de jóvenes que abandonan sus estudios o trabajos para cuidar a sus hijos. Del total, el 95% son mujeres. Además, Cippec agregó que siete de cada diez madres jóvenes argentinas pertenecen a hogares de bajos ingresos.
Por otro lado, el informe de Cimientos e Isonomía sentenció –por su encuesta a dos mil personas– que el 28% consideró el sistema educativo como una solución a las problemáticas sociolaborales. “Si uno de cada dos no termina la escuela, se hace inviable cambiar la situación de los jóvenes. Tienen muy pocas posibilidades de salir adelante”, dice a PERFIL Marcelo Miniati, Director Ejecutivo de Cimientos.
Para revertir la situación de estos jóvenes, Miniati dice que el tiempo se debería medir “en generaciones”. “Vamos a tardar al menos cuarenta años”, agrega el especialista, “lo difícil es reinsertar en la escuela a un joven que la abandona”. Por eso, propone que “la escuela debería modificarse para tener una mirada más individual hacia los alumnos; sabemos por las becas económicas y tutorías que realizamos, que al 90% de los 2.500 jóvenes que acompañamos lo que más le sirvió fue el acompañamiento del tutor. Se trata de un apoyo emocional, de autoestima y responsabilidad, aprendizajes que son para toda la vida”.
El 63% de los argentinos no comprende a los jóvenes que no estudian ni trabajan
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